jueves, 25 de agosto de 2016

SOFONISBA EN SIENA - ACTUALIZACIÓN


Estado actual de la obra desde 2006

Gracias a la información que me ha facilitado Cecilia Gamberini, he podido acceder a la publicación de un informe realizado en 2012 por la Pinacoteca Nazionale di Siena que fue posteriormente presentado al congreso "Lo Stato dell’Arte" celebrado en la Accademia delle Belle Arti di Bologna en octubre de 2013, por Anna Maria Guiducci, Mario Amedeo Lazzari, Laura Martini, Curzio Merlo y Elena Pinzauti, esta última la responsable de la restauración de la obra, con el título Il ritratto di Bernardino Campi che ritrae Sofonisba Anguissola dal restauro alla ricostruzione della genesi . 

Ello me ha permitido comprobar que el proceso de restauración realizado coincide en líneas generales con el narrado anteriormente en este blog, aunque con algunas diferencias que considero de interés para completar la información aportada.

La diferencia más notable tiene que ver con la autoría de la versión de la obra en negro, es decir con el hecho de que el vestido de Sofonisba fuera en algún momento repintado en negro. Según informa el Museo este repinte negro, que supuso un cambio radical en la apariencia de la obra, fue realizado para encubrir un error producido en el curso de una "antigua" restauración, aunque no parece existir memoria nada más que de la que fue sometida la obra en el siglo pasado: La pintura, fue reentelada y colocada en el nuevo marco a finales de los 70 (como se deduce de un documento de archivo en relación con el transporte de algunas obras de Siena a Génova para su restauración). 

En una primera versión, Sofonisba tenía el brazo izquierdo doblado hacia arriba con la mano en el pecho y en la muñeca llevaba un rico brazalete de oro y piedras preciosas, que no se encuentran en la versión final. Con el brazo en esta posición, la mano de Sofonisba quedaba semioculta tras la muñeca de Bernardino. Para resolver el problema, la pintora cambia la colocación del antebrazo desde el codo hacia abajo y pinta una nueva mano que sujeta un guante llegando hasta el borde inferior del lienzo que se encuentra en el caballete.

Durante la restauración, esta corrección autógrafa fue accidentalmente eliminada, y el restaurador, encontrándose con un personaje con tres brazos, decidió resolver el problema de una manera radical, pero en línea con la práctica de la época: cubrió a continuación el brazo que había aparecido, vistiendo a Sofonisba de negro con el fin de ocultar totalmente cualquier sombra de duda.

Por tanto, si aceptamos la historia que “reconstruyen” los especialistas de la Pinacoteca, el restaurador antiguo (¿el de los 70?) no solo "borró" un pentimento de la propia pintora sacando a la luz un tercer brazo del personaje femenino sino, lo que resulta verdaderamente increíble, decidió repintar todo el vestido de negro para "reparar" el error cometido. ¿No hubiera sido más lógico volver a reconstituir la veladura sobre el brazo reaparecido?

Ello supondría que la obra, cuando entró en la Pinacoteca formando parte del legado Spannocchi y fue catalogada en 1852 como "anónimo veneciano", mostraría su "versión original" con el vestido rojo y tras las restauración y repinte realizado, habría cambiado a la "versión negra" que se habría mostrado a partir de entonces. 

Imagen después de la restauración de los años 70

1996. Proceso de recuperación del color del vestido de Sofonisba

1996-2002 Resultado del proceso: el vestido de color rojo y un tercer brazo

Esta interpretación descartaría la posibilidad de que hubiera sido la propia Sofonisba la que hubiera repintado de negro su vestido en señal de luto por alguna persona querida; hipótesis apuntada por algún especialista y recogida anteriormente en este blog.

Los análisis radiográficos y reflectográficos también han puesto de relieve una serie de correcciones menores hechas a la composición durante su ejecución original:

En un primer momento el cuello blanco Sofonisba tenía una forma diferente que cubría una parte mayor del cuello con respecto a la imagen final; la solapa de color rojo en cambio se ha ampliado y extendido hacia abajo mientras ha sido eliminada la parte que cubría la nuca. El perfil de los hombros se ha rebajado y por debajo de su mano izquierda en lugar de los guantes, aparece un objeto oblicuo de forma geométrica, tal vez la paleta tenida en la mano del Campi en la primera versión, y que daba un notable impulso tridimensional a la composición.

Radiografía de la obra realizada en los laboratorios del Opificio delle Pietre Dure en Florencia

En el curso de la restauración realizada en 1996 además de la aparición del tercer brazo y del color original del vestido de Sofonisba, de color rojo brillante adornado con costuras de hilo de oro, pudo observarse, en relación con el cabello, la existencia de un peinado sofisticado con perlitas, así como el encaje del cuello, … más rico y precioso. Además, con la limpieza volvía a verse el pincel que Bernardino tiene en la mano, oculto en la restauración, restituyendo así el significado original para el gesto del pintor. 

Reconstrucción digital de la versión original indicando la posición de paleta del pintor y radiografía del detalle.

A la luz de estos hallazgos, en la intervención de 1996, se decidió retornar a la vista todo el vestido rojo, incluyendo además de la mano hacia abajo con el guante, el antebrazo que había reaparecido.

La pintura fue exhibida con la tercera mano hasta 2002, cuando, con ocasión de una  de las muchas solicitudes de préstamo que recibían para su exposición, se pensó que la presencia de dos manos izquierdas a la vista, generaba cierta perplejidad y confusión en la interpretación de la composición: se consideró apropiado entonces, realizar una ligera veladura con laca roja, para tapar la parte del brazo de la primera versión restituyendo de este modo la imagen que la artista quiso dar de sí misma.

Luminiscencia UV de la intervención de corrección - 2002

Por último, el informe, realizado por un grupo de especialistas entre los que se encuentra la propia restauradora de la obra, señala que las caras en las radiografías, presentan diferentes características de los proyectos finales, más natural, debido al hecho de que en el primer boceto del artista se centra principalmente en la reproducción fiel de los rasgos faciales, tan ligada al verdadero sujeto, con sus eventuales defectos: el proceso de idealización y el acondicionamiento de los estilos característicos de la época hacen su ingreso solamente en la segunda etapa y con los acabados.

Radiografías y reflectografías de los rostros de los personajes

Aunque hayan tenido que pasar años desde la última intervención en la obra (2006) para la realización del estudio técnico (2012) de un proceso complejo, dilatado en el tiempo y no exento de aciertos y errores, nos alegra que finalmente haya sido publicado un informe sobre la actuación (2013) para conocimiento general y en cierta medida se hayan podido disipar dudas que las diferentes imágenes de la obra suscitaban. 

No obstante, considero que todavía existen lagunas en la información que eventualmente podrían ser colmadas por la propia Pinacoteca de Siena utilizando la documentación de sus propios registros y catálogos, aunque, a pesar de ello el Doble Retrato seguirá guardando misterios que los estudios técnicos no pueden resolver y que forman parte de su encanto por las diferentes lecturas que sugiere la obra.

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