martes, 27 de octubre de 2015

CATALINA DE AUSTRIA, REINA DE PORTUGAL - 2 RETRATOS

Catalina de Portugal personificando a Santa Catalina de Alejandría

Hace ya algún tiempo publiqué una entrada sobre Catalina de Austria, reina de Portugal, en la que repasaba su imagen y la de su familia a través de diferentes manifestaciones en pintura, dibujo o grabado.

Un amigo, lector del blog (A.Iraizoz), aportó en sus comentarios información sobre varias imágenes que venían a completar la serie de las publicadas. Entre ellas, mencionaba una pintura que había podido ver en la biografía de la reina escrita por Ana Isabel Buescu, que llamó mi atención por su importancia: "Retrato de la reina Catarina de Portugal personificando a Santa Catarina (Domingos Carvalho, 1525-1537. Toledo. Museo de Santa Cruz, préstamo del Museo del Prado)".
Retrato de la reina Catalina de Portugal personificando a Santa Catalina PO1320 - MNP

Enseguida acudí a la información que ofrece el Museo del Prado tanto en la Galería Online como en la Enciclopedia del Museo donde se informaba de que se trataba de una obra del Siglo XIX del pintor portugués "Domingos Pereira Carvalho", por lo que pensé entonces que podría tratarse de una obra de carácter historicista que no encajaba en el tipo de imágenes que yo había buscado.

Pasado un tiempo decidí buscar en las propias fuentes de documentación del Museo y fui encontrando documentos que catalogaban la obra de diferente manera.

En el Catálogo del Museo de Prado de 1920 de Pedro de Madrazo podemos ver que se trata de una obra del pintor portugués del Siglo XVI, cuyo nombre CARVALHO se encuentra grabado en la hoja de la espada.
Detalle de la firma en el Retrato de la reina Catalina de Portugal personificando a Santa Catalina 

Catálogo Museo del Prado 1920 

En el libro Retratos del Museo del Prado, Identificación y Rectificaciones de Allende-Salazar, Juan y Sánchez Cantón, F. J.; Museo del Prado;  Junta de Iconografía Nacional. 1919; habla desde luego de una obra del XVI y se identifica el personaje con Catalina reina de Portugal que anteriormente había sido tomada por su tía Catalina reina de Inglaterra. Además se dice que solamente se conoce este cuadro del pintor firmante (Sousa ViterboNoticia de algunos pintores portugueses. Lisboa 1903), pero considera probable que este "Carvalho" pueda ser el pintor Domingos Carvalho que pintaba en Lisboa en 1537 y se relacionaba con el pintor flamenco Cristóbal de Utrecht (a quien se considera uno de los maestros de Alonso Sánchez Coello durante su estancia en Portugal).
Retratos del Museo del Prado, Identificación y Rectificaciones. 1903

La imagen fotográfica que conserva el Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE) muestra en la cartela que figura en el marco el autor y el siglo: "CARVALHO S. XVI".

Finalmente, el Catálogo razonado del Museo del Prado de Cruzada Villaamil de 1965 amplía los datos sobre la obra.

Una vez reunida la información, decidí enviarla al servicio de documentación del Museo del Prado para que, una vez comprobada, volviera a figurar como obra del siglo XVI de Domingos Carvalho. La propuesta de revisión fue atendida y en consecuencia han sido sido modificados los textos de la Galería y la Enciclopedia. La ficha correspondiente de la Galería Online puede verse en el siguiente enlace:  Catalina-de-austria-reina-de-portugal-como-santa-catalina

Finalmente reseñar que la nueva ficha modificada de la Galería Online recoge la información siguiente: "Cruzada plantea que [la obra] perteneciese a la colección de Leonor de Mascarenhas, fundadora del convento franciscano de Los Ángeles y, de ahí, pasó al Museo de la Trinidad. No obstante, no ha sido posible encontrar en el inventario de doña Leonor, como tampoco en el del convento de los Ángeles, una tabla con este asunto y dimensiones (Texto extractado de Gómez de Nebreda, M. L. "Las pinturas del convento franciscano de los Ángeles de Madrid que pasaron al Museo de la Trinidad". Boletín del Museo del Prado, XX, núm. 38, MNP, 2002)". 

A pesar de esta afirmación de la autora si miramos en detalle  el estudio citado vemos que recoge entre otros el "Documento nº 4. Del 15 abril 1842: Inventario de pinturas de la Academia de San Fernando que se remiten al Museo de la Trinidad, en el que figura como procedente «Del Convento de los Ángeles: 1 Sta. Bárbara (tachado. A mano añade "Catalina") pintada en cobre  con una medidas de ¾ de vara de alto por ½ vara de ancho".

Es decir una referencia explícita a una imagen de Santa Catalina que coincidiría con la estudiada si no fuera porque dice estar “pintada en cobre”. No obstante, una vez transformadas las medidas que se apuntan (78 cm x 60 cm.) no se adecuan a las que se suelen utilizar en la pintura sobre plancha de cobre que generalmente son de pequeño formato y en cambio si que coinciden con las de la pintura de Domingos Carvalho. Ello nos llevaría a considerar que la obra referenciada se encuentra efectivamente entre las de Leonor de Mascarenhas aunque hubiera un error en relación al material del soporte en su catalogación.


UN POSIBLE RETRATO DE CATALINA DE PORTUGAL

Hace un tiempo apareció en el mercado del arte otro posible retrato de la reina Catalina de Portugal que fue vendido en Francia como Retrato de una Dama de Calidad.

Anónimo - Retrato de una dama de calidad - Posible Catalina reina de Portugal

La obra sorprende por su novedad respecto a la imagen que tenemos de Catalina de Austria, pero no resulta extraña por sus características ya que encajan con el estilo de la época y con la moda tanto relativa al vestuario como al peinado y que se puede poner en relación con muchos otros retratos reales contemporáneos. En la hipótesis de que se tratara realmente de Catalina, habría que situar el retrato hacia 1530. Si tenemos en cuenta que ella nace en 1507 y se casa en 1525, con 18 años, el retrato podría situarse en los años siguientes a su matrimonio, entre 1525 y 1530.

La entidad vendedora incluye la obra en la  Escuela Francesa de fines del XVI – Época: Renacimiento; aunque la considera realizada entre 1520 / 1572 en el entorno de François Clouet.

El personaje viste a la moda refinada y lujosa de la primera mitad del Siglo XVI con un elegante vestido con tejidos gruesos de brocado, bordados y encajes, con notables joyas compuestas de perlas de gran tamaño como las de los pendientes que tienen forma de pera y la gran cruz que cuelga de su cuello compuesta de piedras preciosas con una gran perla colgante y otras cuatro en las esquinas haciendo juego con el broche que adorna su pelo. Un cinturón formado por una cinta de cadena plana que la modelo sujeta con la mano y que parecería servir para sujetar un zibellino o quita-pulgas que no se encuentra a la vista, quizás porque el cuadro pueda haber sido recortado, lo que no seria de extrañar dado que no se ve el borde de las mangas ni del pañuelo que podrían haber sido cortados por el deterioro que es visible en la parte inferior de la pintura.

En cuanto a la camisa blanca que podemos apreciar a través del acuchillado de las amplias mangas, constituye también un signo de riqueza y elegancia, al igual que el encaje que decora puños y cuello de la camisa. Fue común poseer varios pares de mangas, lo que permitía combinarlas con los vestidos para crear distintos modelos.

Es interesante ver los retratos de las mujeres de su generación, es decir los de sus tres hermanas Leonor, Isabel y María y los de sus dos primas-cuñadas portuguesas, Isabel y Beatriz, todas ellas nacidas entorno a la primera década del siglo XVI. Existe una tercera prima-cuñada portuguesa, María hija de Leonor  que nace en 1521 por lo que en esta época todavía es una niña.

    Leonor (1498-1558)                        Isabel (1501-1536)                   María (1505-1558) 

    Isabel (1503-1539)                  Beatriz (1504-1538) 

Catalina? (1507-1578) 

Con la excepción de María de Hungría que mantiene una imagen más fiel a la moda borgoñona, vemos que todas las demás siguen la moda española de los años 30 cuando se pone de moda un complejo peinado que consiste en llevar el pelo recogido en dos moños, que rodean las orejas, que pueden ser lisos, ondulados o trenzados. Esta moda no durará mucho tiempo, más o menos dos décadas, pues ya la generación siguiente cambiará totalmente de peinado. En este caso vemos que la mayor similitud se observa entre la supuesta Catalina y su cuñada Isabel, no solo en el peinado sino en la ropa y los detalles de adorno y joyas.

Tambien encontramos cierto parecido físico y  muchas semejanzas entre las joyas y sus componentes entre los que abundan grandes perlas en forma de pera, que luce la probable Catalina y las que aparecen en algunos retratos de su hija María Manuela, que como sabemos será la primera esposa de Felipe II.

   Composición con la probable Catalina de Austria a la izquierda y dos imágenes de su hija María Manuela a la derecha

En conjunto se puede decir que en la obra vendida como "Dama de Calidad" vemos una convincente imagen de Catalina de Austria, reina de Portugal y nos alegra poder contemplar de ella una apariencia lejos de la que el sobrio pintor Antonio Moro realiza en 1550 en la madurez de la reina, que se ha convertido en la práctica en su único e injusto referente.


viernes, 23 de octubre de 2015

SOFONISBA ANGUISSOLA - CAPITULACIONES MATRIMONIALES

Desde que vi por primera vez una obra de Sofonisba Anguissola, su “Autorretrato al Caballete” en la exposición El Retrato del Renacimiento del Museo del Prado en 2008, empecé buscar información sobre ella en bibliotecas y archivos y en esa búsqueda encontré en la Sección Nobleza del Archivo Histórico Nacional ubicado en el Hospital de Tavera en Toledo, las Capitulaciones de su primer matrimonio con el noble siciliano de origen catalán Fabrizio Moncada. Agradezco desde aquí la amabilidad de Aranzazu Lafuente Urién directora entonces del Archivo que me facilitó el acceso y me informó sobre la situación del documento y de la posibilidad de que el Archivo realizara su transcripción aunque no existía previsión temporal cierta.

En junio de 2010 me puse en contacto con la especialista Maria Kusche, principal fuente de conocimiento para mí sobre Sofonisba Anguissola pintora, para ofrecerle esta información, por considerar que venía a completar una laguna en la biografía de la pintora durante su estancia en España. Aquel contacto supuso para mí el privilegio de conocer a la especialista y compartir con ella una relación que desgraciadamente se truncó con su desaparición a mediados de 2012.

A la espera de que el documento finalmente sea transcrito he realizado desde entonces varios intentos de transcripción que me han permitido conocer los términos de los acuerdos adoptados aunque no de una forma integral.

LOS CONTRAYENTES

La esposa: Sofonisba Anguissola 
(Cremona 1532 - Palermo 1625)

Famosa pintora italiana  que se traslada en 1559 a Madrid para servir a la reina Isabel de Valois, tercera esposa de Felipe II como dama de honor y maestra de Pintura. Permanecerá en la corte española cerca de quince años hasta su boda en 1573, cuyos detalles y acuerdos se recogen en estas capitulaciones.

En el pequeño retrato (35 x 27,5 cm.) realizado por ella misma hacia 1560 se presenta vestida de elegante dama de honor adornada con todas sus joyas, diadema, broches, pendientes, collares cinturón y anillos en los que se aprecia su gran valor y no con vestimenta de trabajo como solía retratarse. Al igual que las grandes damas de la corte tiene entre sus manos un lujoso accesorio conocido como "zibellino", una piel generalmente de marta, de tamaño diverso, con una lujosa cabeza realizada en oro y piedras preciosas, cuya función, además de adornar, era la de espantar las pulgas
Sofonisba Anguissola. Autorretrato c1560 Milán. Col.privada

El Marido: Fabrizio Moncada Pignatelli Carafa 
(1542-1579) Conde de Caltanissetta y de Paternò

Sus obligaciones como gobernador del principado en nombre de la mujer de su hermano fallecido, Luisa de Luna que ostenta la regencia hasta la mayoría de edad de su hijo, le impiden asistir a la ceremonia en la que estuvo representado por Ferrante o Ferdinando Moncada, pariente cercano. Fabrizio era hombre de cultura refinada, artista y autor de rimas poéticas. A pesar de que no se conoce su imagen incorporo un grabado en el que aparece representado su hermano mayor Cesare Moncada que nos permite hacernos una idea de su estilo y apariencia.

Cesar Moncada (1541-1571) Hermano de Fabricio, 
en un grabado de Lengueglia de 1657

DOCUMENTOS PREVIOS

Es preciso tener en cuenta un gran número de documentos realizados con anterioridad a las propias Capitulaciones que luego se verán reflejados en ellas, recogidos por diversos especialistas (S.Cantón, C.Pérez Pastor, Amezúa y Mayo, F.Sachi, M.Kusche, y otros) en distintas publicaciones y reseñados en el Regesto de R. Sacchi que figura en el Catálogo de la Exposición Sofonisba Anguissola e le sue sorelle celebrada en 1994 en Cremona (Italia), entre los que se encuentran varios documentos que reflejan obligaciones de pago a Sofonisba Anguissola como el débito de trescientos escudos, relativo a una pieza de brocado que la pintora entregó a la reina, o los 3.000 escudos que le asigna  Isabel Valois en su testamento, y en especial un Privilegio del 28 de abril de 1573 mediante el cual  Felipe II concede a Sofonisba una pensión anual de 1.000 ducados sobre la Aduana de Palermo y Messina.

También es importante el documento firmado el 23 de septiembre de 1572 en Caltanissetta por el que Fabricio Moncada otorga poder a su familiar Ferrante Moncada para que actúe en su nombre como procurador especial para desposar en Madrid a Sofonisba Anguissola y acompañarla después a Sicilia, cuyos términos se recogen también en el texto de las Capitulaciones.

Conocíamos parcialmente el contenido de las Capitulaciones por la transcripción que figura en el mencionado Catálogo de la Exposición cremonesa, realizada a partir de la copia del documento existente en Caltanissetta, capital del feudo de los Moncada y que aparece registrado el 25 de febrero de 1575 ante el notario Filippo Fratissi de Paternò (Sicilia).

LAS CAPITULACIONES

Teniendo en cuenta todos estos antecedentes retornamos al documento del AHN, fechado el 26 de Mayo de 1573, con todas las formalidades y firmado en Madrid en presencia de la reina y de la corte, en el que se establecen las Capitulaciones Matrimoniales entre Sofonisba Anguissola y Fabricio Moncada.

El documento al que corresponde la signatura: MONCADA, CP.410, D.8. se titula:

 "Traslado de las capitulaciones matrimoniales entre la pintora Sofonisba Anguissola, dama de compañía de la difunta Reina de España, Isabel de Valois y Fabrizio de Moncada, hijo del Príncipe de Paternò, Francisco de Moncada"
Se trata de un pergamino de 69 X 48 cm., escrito en latín, italiano y español, cuyo estado de conservación es malo con pérdida de soporte debida a la acción de roedores y con la tinta desvaída, como se puede ver en la imagen del documento.  (La descripción de la unidad se debe a Carlos Mas González - 2002)

He leído en una información reciente (A.de Mingo Lorente, La Tribuna de Toledo, 22.10.2015) que el Archivo había procedido a la limpieza y restauración del documento: es de esperar que una vez reparado se proceda a realizar su completa transcripción .

Para dar una idea del contenido de las Capitulaciones incorporo a continuación la transcripción-traducción libre que he podido extraer del documento.

El documento fechado el 26 de Marzo de 1573 se inicia siguiendo la fórmula oficial y la fecha del documento 

IN DEI NOMINE AMEN. Anno nativitatem eiusdem domine millesimo quingentésimo septuagessimo tertie...
(En el nombre de Dios Amén. Año del nacimiento del Señor mil quinientos setenta y tres)

Sigue con la identificación de los intervinientes

    En presencia del honorable don Ferdinandus de Moncada que actúa como procurador de su familiar para la celebración del matrimonio entre el Illmo. don Fabritium de Moncata y la ilustre señora Sofonisbam Anguissolam, damisela de la Serenísima Reina de Hispania. 

      La firma de los pactos y capitulaciones que figuran a continuación será válida a todos los efectos como si hubieran sido firmados por el propio Fabrizio.

A continuación se establecen los pactos en los que se hace referencia al Concilio de Trento

      Capítulos, pactos y convenciones  a firmar de acuerdo con los cánones y obligaciones del Santo Concilio tridentino según el uso y costumbre de la Santa Iglesia Romana. Capitulaciones matrimoniales que serán realizadas y firmadas por la ilma Sofonisba Anguissola hija legítima de Amilcare Anguissola, esposa, por una una parte, y el molt illmo don Fabritio de Moncada hijo legitimo del conde don Francisco de Moncada príncipe de Paterno, esposo, por la otra parte, para el  matrimonio que se contrae por palabras de presente según la costumbre griega y de acuerdo con la razón común del modo y forma que en las presentes Capitulaciones se dice...

Seguidamente se describen los principales elementos de la dote que aporta la propia Sofonisba

... por las cuales  la illma. Sofonisba por sí misma constituye su dote y  promete al dicho Sr D. Fabrizio su esposo una dote de 1.000 escudos anuales de ingreso sobre la aduana de Palermo, o de Messina o de otra entrada del Reino de Sicilia, durante toda su vida y para sus herederos, los cuales mil escudos comenzará a percibirlos a partir del día del desposorio; además de los mil escudos ella promete pagar al Sr D. Fabricio, su esposo, otros seis mil en moneda de España (diez mil reales por escudo) a la publicación de las presentes capitulaciones y además la señora esposa dota o promete dar y consignar al dicho D. Fabricio, esposo, sus efectos de oro, plata y vestimenta que se valorarán a la fecha de la publicación del presente matrimonio y que consisten en...

A partir de aquí se realiza una enumeración minuciosa de las joyas de oro y plata y los otros elementos que forman parte la dote

...“Una argolla de oro de quatro troncos retorcidos y en las jonturas unas manos asidas esmaltadas de blanco, una cintura de oro que tiene treinta y quatro pieças con la broncha,  las diezysiete con quatro perlitas y las otras de oro todas; una sarta de ágatas de setenta cuentas con siete extremos de oro ingastadas  en oro; setenta botones de oro con quatro perlas; setenta botones de piña de crystal guarnecidos de oro; treinta y un boton de diamante pequeños; quarenta botones chicos de cristal guarnecidos en oro; veinte y cinco pares de puntas de oro; una medalla de un camafeo engastada en oro; otra medalla de oro con unos niños esmaltados de blanco; una caxa para retratos de oro; de una parte una devisa de un águila que mira al sol y de la otra una paloma y alrededor unas culebras; treinta botones de oro pequeños redondos esmaltados de blanco; una cruz pequeña de seis diamantes y cinco rubíes; siete bueltas de cadenillas de oro delgadas con un tronco de Jacinto grande por una parte, y por la otra el Nacimiento del Nuestro Señor; treinta y cinco pieças de oro delgadas esmaltadas de diversas maneras; cinco pares de arracadas, unas de ámbar guarnecidas de oro, otras de dos perros, otras de dos palomas, otras de dos zarcillos de dos perlas, y otras de dos cupidos; Un Retratto de una dama engastado en oro; un coraçon de oro pequeno; un collarico de oro de cifras de emes con una llama de fuego; una sortixa de un diamante grande; otra sortija de un diamante pequeño, una fuente de plata y un aguamanil de plata; una copa de plata, una escudilla de plata; una cuchara de plata: un candelero de plata; una salera de plata dorada et otra ropa blanca de lino y muebles que se estimarán como se ha dicho más arriba"...

Sigue una lista de las obligaciones del marido, siempre descrita con las fórmulas oficiales y otras disposiciones como la de preservar la dote de la novia y los activos personales del novio y su familia.

   Ella vivirá matrimonialmente et honoríficamente en la casa del Multo Ilustre Sr. esposo, que promete gestionar bien y conservar dicha dote y en el caso que hubiera de restituir promete y se obliga para sí y sus herederos devolverla a la dicha Señora Sofonisba si se encuentra viva o a sus herederos o a quienes la Señora Sofonisba disponga.

A continuación, especifica que don Fabrizio (a través de su procurador) se muestra satisfecho con la dote a pesar de que no provenga de la familia Anguissola a la que libera de toda obligación y de cualquier reclamación respecto a la doteTambién figura una cláusula importante firmada directamente por el procurador en nombre de don Fabrizio:

    Con el acuerdo y la condición de que el dicho Sr. esposo no podrá disponer de los dichos seis mil escudos ni de las joyas ni del oro y la plata y la vestimenta sin licencia de la dicha Sra Sofonisba su esposa hasta tanto dichos bienes no estén asegurados por la suma del valor estimado de dichas joyas, oro, plata, vestimenta y prendas blancas de lino...

Finalmente, el documento recoge la transcripción del poder otorgado por Fabrizio Moncada a Fernando Moncada 23 de septiembre 1572 en Caltanissetta.

      En presencia de los Magníficos Antonio Rosso e Silvio Lanfranco por la parte del Moncada y de los Magníficos Evangelista Evangelisti de Paternò que comparece como testigo y Cesare Brunelli, testigo italiano (probablemente pariente de Sofonisba cuya tía Elena estaba casada con un Martino Brunelli). Firma el documento Ferrante Moncada con el compromiso de ser fiel a los pactos firmados en nombre de D. Fabrizio

El documento es suscrito por el Notario y escribano real Jacobo Graziano que incorpora su sello como testimonio de fidelidad.  

Jacobus Gratiani, notarius scriba[nusque], regius



Finalmente el documento es registrado por el secretario Jerónimo Gassol el veintiséis de Junio de 1573

Ego, Hieronimus Gassol ..., secretarius, attestor et fidem facio praefati Jacobum Gratianu esse scribanus et notarium publicum fidelem et legalem ...  testimonium partes manu mea subscripsa et sigillo  ... 
Madritus die XXVI juny MDLXXIII  -  Gassol Secretº


viernes, 2 de octubre de 2015

JULIÁN ROMERO DE IBARROLA PINTADO POR EL GRECO

El Greco. Julián Romero y su santo patrono. (Det.) H.1590, MNP

Julián Romero Ibarrola, “el de las Hazañas”, nacido hacia 1518 en Torrejoncillo del Rey (antes "de Huete" y antes "del Campo", en la provincia de Cuenca), era hijo de Pedro Ibarrola, hidalgo vizcaíno de Puebla de Aulestia, que se había trasladado a Cuenca donde ejerce como maestro cantero y escultor y donde se casa con Juana Romero, de los hidalgos de su apellido de la provincia de Cuenca.
H.1562, Dibujo atribuido a Jacobsen grabado por Crispiaiene 

Unos datos sobre su vida

Siguiendo a los autores que han escrito sobre él, principalmente Antonio Marichalar, (Julián Romero, 1952) sabemos que Julián fue reclutado muy joven, ya que a la edad de 15 o 16 años partió de Torrejoncillo para embarcar en Nápoles como mozo de atambor de las compañías españolas del emperador Carlos V que en 1535 participan en el asalto de la Goleta y en la toma de Túnez. Al año siguiente pasa con su tercio a Flandes continuando al servicio del emperador en su tercera guerra contra Francia y en el camino de retirada con los suyos, tras la firma de la paz con Francia (Crepy, 1544), recalan en Inglaterra donde cansados, hambrientos y sin recibir pagas deciden ponerse al servicio del Enrique VIII, a las órdenes del maestre de campo Pedro Gamboa Romero.

Pronto se va haciendo un nombre que llega a su máxima gloria en 1546 tras su participación en un duelo en nombre de su maestre de campo. El combate contra otro español, el capitán Antonio Mora, al servicio del rey francés, se celebra con gran expectación en Fontainebleau en presencia de Francisco I y su delfín, saliendo victorioso después de una lucha muy prolongada. El rey inglés le recompensa armándole caballero con derecho a blasón y feudo y le nombra maestre de campo. No obstante en 1551 Sir Julián Romero decide abandonar todo lo conseguido por la situación de enconamiento surgida entre Inglaterra y España a causa de la religión, pues él considera que su lugar solo puede estar al servicio del emperador.

De nuevo en Flandes y gracias al prestigio que le precede, es nombrado capitán del ejército español saltando los empleos de cabo y alférez. Participa en la batalla de San Quintín donde resulta herido en una pierna que le será amputada. Felipe II que le considera hombre de confianza, le concede por sus acciones el hábito de Santiago, en 1558 .

La leyenda que le rodea podría hacer pensar que había recibido el hábito por la pura voluntad del rey sin reunir los requerimientos que se exigían para ello, como se recoge en la obra "Dichos y hechos del señor rey Don Felipe II...", de Baltasar Porreño en la que se habla de la razón de Felipe II para hacer esta concesión: "Hacía mercedes a la sangre vertida antes que a la heredada, y a esta causa por haber derramado tanta Julián Romero, Maese de Campo, natural de Cuenca, le dio el hábito de Santiago, sin información de sus calidades (aunque las tenía). y hacía merced de las encomiendas a los que habían militado". No obstante las pruebas para conseguir el hábito se realizaron y se conservan en el Archivo Histórico Nacional de Madrid. (Expediente de prueba para la merced del hábito de Santiago al Capitán Julián Romero - AHN, 7213).

En 1563 en una pausa de su vida militar se instala en Madrid donde se casa al año siguiente, en la iglesia de San Ginés, con María Gaytán, hija de un capitán del ejército. Con 45 años Julián Romero no había tenido tiempo material de asentar su vida aunque ya tenía en Flandes al menos dos hijos, una hija llamada Juliana y un hijo, soldado, que morirá en el campo de batalla en 1574. El descanso del guerrero es corto pues en 1565 se encuentra embarcado en la escuadra del virrey de Sicilia que acude en socorro de Malta atacada por los turcos. El enfrentamiento concluye con la victoria y consiguiente expulsión del turco de la isla y su nombramiento como Maestre de Campo del Tercio de Sicilia.
El Sitio de Malta de 1565. Egnazio Danti S. XVI (Museos Vaticanos).

De nuevo se encamina a Flandes en 1567 al mando de su tercio formando parte del ejército que dirige el Duque de Alba, donde Julián destaca por su rigor y disciplina y por la continua preocupación por el bienestar de sus soldados; su fama sigue creciendo no solo entre los suyos sino también en el lado contrario. A pesar de que participa en acciones extremadamente violentas, las crónicas enemigas le tratan con menos dureza que al Duque, quizás distinguiendo entre las acciones que lleva a cabo por orden del de Alba y sus propias inclinaciones de carácter más conciliador, como se puede deducir de los pensamientos que expresa en sus cartas al príncipe de Orange, con quien mantendrá correspondencia a lo largo de su vida por haber estado a su servicio en sus primeros tiempos de soldado.

Terminada la campaña de Flandes, en 1569 Julián vuelve de nuevo a España donde Felipe II le concede la encomienda de Peñausende de la Orden de Santiago. En 1572 tiene que regresar a Flandes donde ha estallado una nueva sublevación. En esta campaña resultará herido de gravedad perdiendo un brazo y un ojo, mientras su prestigio sigue en aumento. Don Fadrique de Toledo escribe a su padre, el duque de Alba, diciendo: “Yo digo a Vuesa Excelencia que mejor soldado que él… no lo ha habido en mi nación”.  En ese tiempo Felipe II le nombra miembro del Consejo de Flandes.

A. Moro, Duque de Alba        A. Moro (Atrib) Luis de Requesens           D. Juan de Austria

Tras la destitución de Alba del gobierno de Flandes el rey confía el cargo a Luis de Requesens, quien se resistió cuanto pudo a asumir el puesto por las enormes dificultades que entrañaba. No se entendió con Julián Romero a quien le encarga comandar una flota que pierde en batalla; él se justifica diciendo que no es marino, sino infante y cuantas flotas le diera tantas perdiera... en una guerra cada vez más dura, en la que las bajas y la falta de pagas van minando la moral de la infantería y en la que se multiplican los motines. Tras la muerte de Requesens llega a Flandes Don Juan de Austria que consigue cerrar un efímero acuerdo de paz que conlleva la retirada de los tercios españoles (que pronto volverán a ser llamados).

Cansado y desanimado, Julián Romero se encuentra en Italia; había recibido el nombramiento de gobernador de Cremona, cargo que en principio no acepta y escribe al rey pidiéndole volver a España, ya que dejarle allí es como enterrarle en vida:

          “Pues ha que sirvo a Vuestra Majestad cuarenta años la Navidad que viene, sin apartarme en todo este tiempo de la guerra y los cargos que me han encomendado y en ello he perdido tres hermanos, un yerno y un brazo y una pierna y un ojo y un oído y ahora últimamente un hijo en el que yo tenía puestos mis ojos y por otra parte ha de nueve años que me casé pensando en poder descansar y después acá no he estado un año entero en mi casa..."

Fracasado el intento de paz de Don Juan de Austria, Julián recibe una nueva orden del rey para dirigir el regreso de las tropas a Flandes. Para ello es nombrado Maestre de Campo General y al frente de la infantería se dispone a acudir en auxilio de don Juan iniciando el último viaje de su vida.

Al mando de seis mil hombres Julián Romero sale de Alessandria al amanecer del día 13 de octubre de 1577. A pesar de su edad, de su cuerpo mutilado y sus muchas cicatrices, va lleno de entusiasmo a cumplir una vez más la misión que se le encomienda, y tras una hora de camino habiendo recorrido cerca dos leguas, a la vista de la villa de Solero, cae fulminado a los pies de su caballo muriendo como había vivido, como un soldado. Tenía 59 años. 

El entierro de Julián Romero

De los asuntos y el sepelio de Julián se ocupa su primera hija Juliana, que residía en Cremona, casada en segundas nupcias con el capitán Villalba, hombre de confianza de Romero en cuyo nombre ocupa el cargo de la castellanía de Cremona. Su cuerpo es trasladado de nuevo a Alessandria y hasta tanto se decide su destino final en España es enterrado en la iglesia de Santiago de la Victoria (San Giacomo della Vittoria).

La iglesia sigue existiendo a pesar de que Marichalar afirma que había sido destruida. Una probable explicación la encontramos en el blog especializado El Camino Español  que informa de que "a principios del XVIII una explosión en un almacén cercano se propagó hasta la iglesia de Santiago, destruyéndola. Y continúa: La rehicieron, pero de la lápida y los restos de nuestro soldado nada quedó".
Iglesia de Santiago de la Victoria en la calle del mismo nombre en Alessandria (Italia)

En la actualidad la iglesia se encuentra cerrada, sin culto, por lo que no es posible comprobar si continúa existiendo la placa que el paleógrafo Aldo di Ricardone recoge en su artículo "Españoles en Alessandria 1541-1698", publicado en 1978, en Estudios genealógicos, heráldicos y nobiliarios..." del Instituto Salazar y Castro, en el XXV aniversario de la revista “Hidalguía",  que contiene la siguiente inscripción sobre Julián Romero:

Placa dedicada a Julián Romero en la Iglesia de San Giacomo della Vittoria de Alessandria (It)
Nota: En 2015 se ha vuelto a reabrir la iglesia al culto, por lo que hemos podido obtener
  la imagen de la auténtica placa que  continúa en el mismo lugar
 (Actualizado, oct. 2017)

La inscripción que realiza Pedro de Toledo (1546-1627), siendo gobernador de Milán, contiene un error en la fecha ya que figura MDXLVII (1547) en lugar de  MDLXXVII (1577), que es la fecha indubitada de su fallecimiento que Marichalar encontró en un documento del archivo de Protocolos de Madrid. Como se puede leer en ella, la placa fue colocada cuarenta años después del fallecimiento de Julián Romero, es decir en 1617,  lo que coincide con el periodo de gobierno milanés de Don Pedro de Toledo de 1614 a 1618 y con el 40º aniversario de la muerte del soldado.

Es probable que el gobernador hubiera podido conocer en su niñez a Julián Romero (aviendole en la mocedad amado i estimado mucho) pero además seguramente habría escuchado las historias que de él se contaban, teniendo en cuenta que Pedro de Toledo era sobrino del Gran Duque de Alba y por tanto primo de su hijo Fadrique, que convivieron con Julián Romero, de quien ambos eran admiradores.

Se dice que su hija legítima, Francisca, intentó infructuosamente trasladar el cuerpo de su padre a Madrid para su enterramiento definitivo en la iglesia de las Trinitarias; aunque no se conocen las gestiones que pudo realizar al efecto es posible que su pretensión chocara con la voluntad de la otra hija, Juliana, que es la que se había ocupado de su enterramiento en Alessandria y que seguramente gozaba de autoridad suficiente para negarse a tal traslado.

Su imagen

Además del grabado que figura al principio, la imagen conocida, real o no, de Julián Romero, se encuentra en el retrato que conserva el Museo del Prado: "Julián Romero y su Santo patrono" obra considerada de El Greco hasta fechas recientes en que aparece atribuida por el Museo a un "seguidor del Greco". 

Para realizar tan importante retirada de autoría, Leticia Ruiz, jefa del Departamento de Pintura Española del Renacimiento del Museo, se basa en la opinión del alemán Halldor Soehner (1919-1968), que es el único especialista que ha puesto en duda la autoría de El Greco aventurando la hipótesis de que la obra puede ser copia de otra anterior. La Sra. Ruiz dice apoyarse también en la opinión de Cossío, lo que no deja de extrañar, pues si bien este pionero estudioso de El Greco critica una cierta falta de calidad en la obra que achaca a posibles restauraciones, no plantea duda alguna sobre su autoría y considera que es un retrato "opulento" y lo relaciona "por su analogía con él en riqueza" con el de Niño de Guevara.

Hay que decir que la mayoría de especialistas consideran la obra de la mano de El Greco, en especial Álvarez Lopera que afirma de forma tajante:

           "Las características de la factura [...] han hecho dudar a algunos críticos de su atribución al cretense, pero aunque no quepa excluir alguna participación del taller, no hay duda de que son suyas la concepción y prácticamente toda la ejecución"

Julián Romero y su santo patrono. El Greco H.1590, MNP

La inscripción en la propia obra, a pesar del error de fijar el nacimiento de Julián en Antequera (lo que nos habla de una colocación tardía), no deja lugar a dudas sobre la identidad del personaje, cuyo retrato con toda probabilidad fue encargado al pintor cretense por Francisca Romero Gaytán, hija del retratado, tras la muerte de su padre, lo que sitúa temporalmente la obra en las postrimerías del siglo XVI, aunque algunos la consideran más tardía, bien entrado el siglo XVII. La relación con el pintor griego podría provenir del marido de Francisca, Don Alonso de Ávalos y Guzmán, gentilhombre de boca del rey Felipe III, relacionado al igual que el pintor con la parroquia de Santo Tomé de Toledo a la que pertenecía su casa solariega.

La actitud de ambos personajes parece diseñada para una colocación lateral en el lado del evangelio, teniendo a su frente el altar en el que habría alguna imagen a la que ambos dirigen su oración. Se suele dar por hecho que la obra estaría destinada a la Iglesia del convento de las Trinitarias de Madrid, que fue patrocinado, como es conocido, por la hija de Julián Romero, la misma que probablemente encarga el cuadro. Pero los hechos nos hacen pensar que Doña Francisca pudo cambiar de opinión y replantearse el destino para la obra. A causa de sus desavenencias con las monjas del convento madrileño y del rechazo de los frailes del cercano convento de trinitarios a la fundación de un cenobio de la misma Orden y tan próximo al suyo, Francisca comenzará un largo periodo de pleitos (en los que otorga poderes a su hermano menor, Pedro de Ibarrola), que terminará con la retirada total de su patrocinio del convento madrileño, famoso por estar enterrado en él Cervantes.

Francisca Romero decide entonces ofrecer su apoyo a un nuevo convento en Toledo que funda en 1612 el santo reformador trinitario, Fray Bautista de la Concepción, según consta en la "Chronica de los Descalzos de la Santísima Trinidad, redentores de cautivos" de 1662 en la que podemos leer:

     "Tiene esta Casa los cuerpos de San Gracian Martir y de santa Vitoria, Virgen y Martir. Tomó el patronato dona Francisca Romero, hija de la muy noble señora dona Maria Gaytan, y de Julian Romero, cavallero del Abito de Santiago, y Comendador de Peñausende, en el obispado de Zamora, que por su valor, hechos heroycos y experiencia militar subió de la pica al baston de Maestre de Campo General. Dejó la Patrona al Convento un sudario de Christo nuestro Redemptor, que enbió a su Padre el Duque de Saboya". 

Chronica de los Descalzos de la Santísima Trinidad, redentores de cautivos. 1662

Resulta curiosa la expresión "subió de la pica al baston de Maestre de Campo General" con la que el redactor resume la historia militar de Julián Romero; también llama la atención la información de que el Duque de Saboya le había enviado un "sudario de Christo".

Del convento y de la iglesia que se edificó sobre unos terrenos donados por el Ayuntamiento en el arrabal "que se conoce como covachuelas" nada queda en la actualidad. Se sabe que la iglesia era de pequeño tamaño y que se realizó en "estilo renacido" dedicada a San Ildefonso, según cuenta Gustavo Adolfo Bécquer en su obra "Templos de Toledo", quien también informa que "durante la guerra de la Independencia fue totalmente derruida", aunque la realidad es que los frailes la restauraron en parte, pero la desamortización, la exclaustración y el consiguiente abandono, terminaron en pocos años con lo que quedaba del complejo.

En la "Vista de Toledo desde la Cruz de los Canónigos" del paisajista Genaro Pérez Villaamil, se puede ver la ubicación de la desaparecida iglesia en el plano intermedio, tras la cruz que aparece en primer término.
Jenaro Pérez Villaamil "Vista de Toledo desde la Cruz de los Canónigos" (detalle). (1836)


El Santo Patrono

La figura del Patrono que acompaña a Julián Romero, ha sido fuente de diversas interpretaciones. Algunos han querido ver en él a San Julián, pero la columna y la corona a su lado, símbolos del poder regio, y sobre todo la armadura descartan la posibilidad de que se trate de San Julián de Toledo, hombre de iglesia. Y su capa adornada de flores de lis, emblema de la monarquía francesa, nunca podría ser llevada por el teólogo San Julián de Cuenca o por San Julián el Hospitalario. 

La consideración de San Luis rey de Francia ha sido invocada a menudo y es la única convincente. La iconografía corresponde a la del santo francés cuyo retrato es abordado en esta época por distintos pintores, lo que nos habla de la existencia de su devoción, sin olvidar su parentesco directo con el rey santo español Fernando III. Entre los artistas que en la época pintaron a San Luis habría que destacar a Tristán y al propio Greco que realiza una obra ciertamente singular dedicada al santo francés. Ambas obras se encuentran en el Museo del Louvre.

San Luis, rey de Francia, por el Greco y por Luis Tristán

Las evidentes diferencias del San Luis de El Greco que se conserva en el Louvre con el santo representado en la obra que nos ocupa avalan las teorías de algunos de que no se trata del mismo personaje lo que además les permite plantear la posibilidad de que se haya podido realizar por otro pintor distinto al Greco. Considero por mi parte que la comparación plantea más dudas respecto al San Luis del Louvre que respecto al de Julián Romero del Prado, que encaja mucho mejor en la estética  y en el conjunto de la obra del pintor cretense.

La imagen del santo patrono no puede por menos que traernos a la memoria a alguno de los personajes del Entierro del Señor de Orgaz del mismo pintor.

La procedencia del cuadro

Por la información que proporciona el Museo del Prado sabemos que la obra estuvo en la colección del marqués de Lugros de Alcalá la Real (Jaén), hasta 1890; donde fue adquirida por el orientalista y académico Leopoldo Eguilaz Yanguas de Granada, probablemente aconsejado por su compañero y amigo Manuel Gómez Moreno, como apunta Cossío.

Sobre el Marques de Lugros habría que decir, para completar la información, que procede de la familia de Pedro Miota, cuñado de Julián Romero por estar casado con su hermana Catalina, dando lugar a la rama Miota-Romero de la que forma parte D. Pedro-Melchor de Miota-Romero, que recibe el título de marqués en 1691 por concesión de Carlos II. Los marqueses de Lugros residieron en Alcalá la Real y en Granada y parece que se deshicieron de la colección a comienzos del S.XIX.

Es probable que dada la relación familiar con su antepasado, la colección pudiera tener otros retratos y sería interesante saber cómo llegó a su poder el que nos ocupa. Cabe la posibilidad de que hubiera sido adquirido por la familia para su colección al propio convento toledano de trinitarios. Hay que entender que esta posible transacción, al igual que la venta al profesor Eguilaz, se realizan por causa del interés específico en el cuadro y no como inversión como ocurrirá con otras obras tras la revalorización del pintor a partir de principios de siglo.

En noviembre de 1903 el Marqués de la Vega Inclán se halla en Granada en tratos con el anciano propietario Leopoldo Eguilaz [RAH ILE 63-1210, carta a Cossío 25 de noviembre de 1903], y conseguirá comprarlo para revenderlo en París en la Rue Laffite. (El Greco entre dos siglos. A.C.Lavín)

En 1907, es adquirido en París por Luis de Errazu.  Se conoce bien la biografía de este comprador que procede de una acaudalada familia mexicana de origen vasco que es nombrado vocal del primer Patronato del Museo del Prado (1912). Siguiendo el ejemplo de su hermano Ramón que había legado veinticinco obras al Museo en 1904 , Luis también lega cinco obras que ingresaron en el Museo en 1927, entre las que se encuentra este Julián Romero. Previamente había cedido la obra en depósito a la Casa del Greco de Toledo para que formara parte de la exposición de 1914, que se realiza con motivo del III centenario de El Greco.

Julián Romero en la literatura

La presencia de Julián Romero en la literatura fue abundante y perduró más allá de su tiempo. Son muchos los autores que le mencionan y no pocos los que le dedican alguna obra específica. Por citar solo los principales:

Lope de Vega (1562-1635) menciona a Julián Romero en diversas obras y además compone una "Comedia famosa sobre Julián Romero" que fue publicada por la Real Academia de la Historia en 1916. Marichalar considera creíbles los hechos que en ella se cuentan a pesar de que afirma que tiene importantes anacronismos.

José de Cañizares (1676-1750) escribe sobre él la comedia "Ponerse Avito Sin Pruebas y Guapo Julián Romero" que trata sobre la decisión del rey de nombrar caballero de Santiago a Julián Romero.

Pierre de Bourdeille, señor de Brantôme (H.1540-1610), que conoció personalmente a Julián Romero durante la estancia de ambos en Mesina en 1566, le dedicó algunos pasajes de sus obras. Michel de Montaigne (1533-1592) menciona a Julián Romero en sus Ensayos.

Diego Jiménez de Ayllón (1530-1590) poeta, le compuso un soneto que se hizo famoso del que reproduzco las primeras estrofas:

Temido vuestro brazo fue y espada
en estas partes y ánimo extremado
y en tierra y mar habéis siempre cursado
vuestra virtud con gloria sublimada.

De Marte a vos tal gracia fue otorgada
con que venciste campo tan nombrado
y habéis contra el de Orange muestra dado
de veros con sus gentes en jornada.


Firma de Julíán Romero