miércoles, 20 de mayo de 2015

SOFONISBA ANGUISSOLA Y LA MODA DEL SIGLO DE ORO

Hasta el 14 de Junio puede verse en el Museo de Santa Cruz de Toledo la Exposición que con el título "La Moda Española en el Siglo de Oro", reúne más de 270 piezas, no solo de pintura, sino también de escultura y en especial de indumentaria, incluyendo vestidos, zapatos, joyería tanto de tipo cortesano como eclesiástico e incluso popular. El Museo, que ha sido el gran protagonista expositivo de "El Greco 2014", ha seguido la estela de tal acontecimiento mejorando la presentación de sus obras y por primera vez en muchos años poniendo precio a su visita.

Isabel Valois, (Det.)  Rubens y taller según S. Anguissola 1561 - Toledo Col. Particular

Se ha editado para la ocasión un amplio y detallado Catálogo (380 págs.) que colma las expectativas de aficionados y conocedores de la materia. (Sería deseable, no obstante, una versión reducida, con carácter didáctico y más asequible para el público en general). En él encontramos a especialistas de reconocido prestigio en la materia, empezando por el propio comisario, Rafael García Serrano, Amalia Descalzo, Fernando Bouza, Sofía Rodriguez Bernis o Javier Portús, por citar algunos de los principales.

Dado que la Exposición se suma a la conmemoración del IV Centenario de la publicación de la segunda parte del Quijote, el espacio temporal que aborda viene a coincidir con los años de la vida de Cervantes (1547-1616) que se inscriben en líneas generales en los reinados de Felipe II y Felipe III; años de hegemonía y prestigio de la Monarquía Hispánica en Europa, lo que repercute en la transmisión de modelos culturales y en especial en la difusión de la moda española en Europa y en el nuevo mundo.

ALGUNAS OBRAS EXPUESTAS
Sebastián de Portugal y Juana de Austria

La Exposición se abre con un Retrato de Sebastián de Portugal con media armadura, de 18 años realizado por el pintor de la corte portuguesa Cristóvão de Morais, (M. Kusche lo atribuye a Rolan Moys) procedente del Museo del Prado, al que no puedo evitar referirme pues forma parte de una ya antigua reivindicación personal para que el Museo exponga este retrato junto al de su madre Juana de Austria en la Sala 56, en lugar del Bufón Pejerón de Antonio Moro que en la actualidad le acompaña. (Ver en este blog Juana de Austria y el bufón). 

Además figura en la muestra otro Retrato del Príncipe Sebastián a la edad de 12 años, éste sin duda alguna de Cristóvão de Morais ya que está firmado, procedente del Monasterio de las Descalzas Reales. Es interesante poder ver ambas obras pues permite ver su evolución del príncipe y constatar las diferencias de estilo que llevaron a la especialista M. Kusche a la atribución del retrato del Prado a Moys. (Ver "Retratos y Retratadores", M. Kusche. 2003)

  
Sebastián de Portugal, 
Izq. Cristóvão de Morais 1565 - Descalzas reales. 
Dcha. Cristóvão de Morais? R.Moys? 1572 - MNP

En esta ocasión el joven príncipe portugués sí está acompañado por su madre Juana de Austria, princesa de Portugal cuyo retrato se presenta en la Exposición procedente de la Colección de Isabel II de Inglaterra, donde se cataloga como realizado por un "seguidor de Antonio Moro".

Juana de Austria, Seguidor de Antonio Moro, Colección Real Inglesa

Se da la circunstancia de que el Museo del Prado guarda un retrato con una imagen de idénticas características realizado por Pantoja de la Cruz, (depositado en la Embajada de España en Buenos Aires), probablemente copia de otro retrato existente que en su momento le fue encargada, con la diferencia de que el de Pantoja, cuyo detalle se muestra a continuación a la derecha, es un retrato de cuerpo entero. 

A la izq. Juana de Austria, Seguidor de A. Moro Col. Isabel II, en la Exposición de Toledo 
A la dcha. Detalle del Retrato de Juana de Austria por Pantoja de la Cruz, MNP [P4159]

De acuerdo con los datos que figuran en el Catálogo de la Exposición el Retrato de Juana de Austria de la Colección de Isabel II, está fechado en 1552-3 a pesar de la edad que figura en la parte superior derecha: AETATIS XVI, a la que correspondería la fecha 1551. Es un retrato poco habitual por ser de antes de su matrimonio, ya que a partir de su temprana viudez deja de usar este tipo de vestidos pasando a una imagen austera y sin adornos. 

La imagen de Juana guarda un extraordinario parecido con la de su hermana María que podemos ver en el retrato pintado y firmado por Antonio Moro en 1551 que se encuentra en la Sala 56 del Museo del Prado. Ello me lleva a la hipótesis de la existencia de un retrato anterior de Juana de Austria de cuerpo entero, original de Antonio Moro,  que habría sido pintado en 1551, el mismo año en que realizó el de su hermana María del Museo del Prado. Ese retrato original es el que habría copiado Pantoja de la Cruz.  

           María de Austria, A. Moro 1551    Juana de Austria, Pantoja de la + s/Moro 1551

Las similitudes son evidentes. La diferencia de tamaño entre el Retrato de María (181 x 90 cm.) y el de Juana (208 x 126 cm.) se debería al añadido de cortinajes que realiza Pantoja, sin los cuales ambas obras tendrían incluso las mismas proporciones. 

De ese perdido primer Retrato de Juana de Austria original de Moro se realizarían copias en tres cuartos como la que hemos podido ver en el Exposición de Toledo proveniente de la Colección Real Inglesa, a la que llegó en 1853 por adquisición en la venta de la Colección Louis-Philippe. 

También del Retrato de María se hicieron copias en tres cuartos, como la de Sánchez Coello que se encuentra en Bruselas (Musées Royaux des Beaux Arts), lo que nos lleva a pensar en la posibilidad de que Sánchez Coello pueda ser también  el autor de la copia inglesa de Juana. No hay que olvidar que en esos años Alonso Sánchez Coello es el principal discípulo de Moro al que acompaña en su viaje por España y Portugal, por lo que no contradice la referencia a un "seguidor de Moro" que figura en el retrato de la colección inglesa.

Retratos de tres cuartos
Izq.: Maria de Austria, A. Sánchez Coello. Musées Royaux de Beaux Arts de Belgique
Dcha.: Juana de Austria, Seguidor de A. Moro, Sánchez Coello? Colección Real Inglesa

En 1550, María de Hungría (hermana de Carlos V) envía a Antonio Moro a Lisboa para retratar a sus familiares de la familia real portuguesa. Aprovechando su paso por España Moro hace los primeros retratos oficiales de los miembros de la casa real, primero el del Archiduque Maximiliano II y algo después ya en 1551, el de su mujer María de Austria, hermana de Felipe, (ambos en la Sala 56 del MNP). El matrimonio se encontraba en España ejerciendo la Regencia durante la ausencia de Carlos I. 

La existencia de un retrato de Juana siguiendo un esquema compositivo similar al de su hermana con las características del retrato cortesano, del que algunos documentos hablan, daría coherencia a las copias mencionadas y por otra parte sería extraño que no se hubiera encargado al pintor flamenco que realizara al mismo tiempo el retrato de Juana que con 16 años ya era la prometida del príncipe portugués, con quien se casará el año siguiente. Es posible incluso que este mismo retrato de tres cuartos de Juana, con gran probabilidad realizado por Sanchez Coello, fuera el que acompañara al de su hermana en la cabecera de la Galería de Retratos del Pardo. 


OBRAS RELACIONADAS CON SOFONISBA ANGUISSOLA
Retrato de Isabel de Valois
Isabel Valois, Rubens y taller según S. Anguissola 1561 - Toledo Col. Particular

Uno de los alicientes de la Exposición es poder ver esta obra, lo que no es fácil por pertenecer a una colección privada toledana, se trata del retrato de Isabel de Valois realizado por Rubens y taller a partir de un original de Sofonisba Anguissola. 

El autor de la ficha del catálogo, J. J. Perez Preciado, conservador en el departamento de Pintura flamenca y Escuelas del norte del MNP, parece mostrar alguna duda ("aparentemente") acerca de la paternidad de Sofonisba Anguissola de la obra original y considera en todo caso "que fuera cual fuera el original copiado por Rubens, no incorporaría ni la balaustrada, ni el paisaje, elementos estos más ligados a la estética barroca"

Nuevamente un especialista trata de minimizar las originales aportaciones de la pintora a la retratística de corte de la época y no considera sus referencias pictóricas anteriores a la hora de hacer tales afirmaciones.  Mucho antes que Rubens la pintora cremonesa había incorporado paisajes a sus retratos, como ejemplo, entre otros, este retrato familiar de Sofonisba Anguissola de 1555 que ya incorpora como elementos de fondo columna, cortina y paisaje.

S. Anguissola: Retrato de su padre con Minerva y Asdrúbal. 1555. Nivaagards Malerisamling

El hecho de haber copiado alguna de sus obras demuestra la admiración del pintor flamenco por Sofonisba Anguissola, admiración que seguramente transmite a su alumno Anton Van Dyck quien, años más tarde, visitará a la pintora, ya nonagenaria, en Palermo (Sicilia), de quien dice recibir buenos consejos de pintura.

Retrato de Catalina de España
Caterina di Spagna Moglie di Carlo Emanuele I di Savoia. Castillo de Racconigi.

De la colección de retratos del Castillo de Racconigi (Cuneo, Italia) se ha traído a la exposición toledana esta obra que representa a Catalina Micaela de Austria, hija de Felipe II, casada con el duque Carlo Emanuel Saboya. Se trata de una obra de gran tamaño, de la que no se cita autor y se dice que es copia de un original de Sofonisba Anguissola, realizado entre 1585 y 1589 en Turín, según informa el Catálogo de la Exposición.

La diferencia de tratamiento de la imagen que podemos ver en la obra expuesta con las obras de Sofonisba Anguissola de Catalina Micaela de la misma época, que conocemos bien y consideramos seguras, me hacen descartar cualquier coincidencia, atribución o parentesco posible entre ellas, siendo mucho más probable la atribución (tanto si se trata de copia como de original), a algún pintor de la corte saboyana de los que existen múltiples ejemplos en palacios y museos del Piamonte.

Considero, por otra parte, que es posible que a pesar de la leyenda que figura al pie del cuadro, ni siquiera estemos ante un retrato de Catalina Micaela, sino más bien el de alguna de sus cuatro hijas, cuyos retratos podemos ver en la Galería de los Uffizi de Florencia luciendo el mismo tipo de vestido, peinado y adornos que la imagen de la exposición que corresponden a la moda de principios del seiscientos. Y entre ellas me inclino por el parecido, con su hija menor, Francesca Catalina nacida en 1595.

Retrato de las princesas de Saboya hijas de Catalina Micaela de Austria  
De izquierda a derecha y de arriba abajo: Margarita, Isabel, Mª Apolonia y Francisca Micaela  Galería Uffizi, Florencia

La redactora de la ficha técnica, Liliana Costamagna (Responsable del Servicio Educativo del Castillo de Racconiggi) alude a unos supuestos sólidos argumentos y evidentes afinidades para relacionar el retrato con Sofonisba Anguissola, señalando  la similitud que existe entre el tejido del vestido de Catalina con el de las prendas que llevan sus hijos mayores en un Triple Retrato de Giovanni Caracca (Jan Kraeck) pintor de la corte saboyana, realizado en 1589 cuando tenían tres, dos y un año respectivamente. El retrato que menciona, que procede de la Colección del Príncipe Amadeo de Saboya, Duque de Aosta, fue vendido en subasta en Turín en 2013 y reasignado recientemente a Sofonisba Anguissola. Finalmente la ficha técnica añade que esta información ha sido tomada del artículo de Alfio Nicotra "Sofonisba Anguissola ritrattista dei Médici e Savoia", publicado en la revista Incontri, nº 5, (2013).

Triple retrato de los hijos mayores de Catalina Micaela. 1589. G. Caracca (atrib.)

Sin entrar a juzgar la información aportada habría que preguntarse cómo se ha llegado a la conclusión de que estamos ante la copia de un hipotético retrato realizado por Sofonisba Anguissola. Lo mismo cabría decir respecto a la autoría del triple retrato cuya anterior atribución a Giovanni Caracca me parece ajustada y coherente con otros retratos infantiles de la misma época y del mismo autor, por lo que una reasignación del mismo a la pintora cremonesa me parece desacertada y fuera de lugar mientras no se presente (al menos) algún argumento que la sustente.


Retrato de Princesa de la Casa Saboya
Princesa de la Casa Saboya. Castillo de Racconigi

Una tercera obra, también procedente del Castillo de Racconigi, figura en la exposición relacionada con la pintora Sofonisba Anguissola. Se trata del Retrato de una princesa de la Casa Saboya. En la ficha técnica se informa de que a pesar de que tradicionalmente era considerada Isabel, segunda hija de Catalina Micaela y Carlo Emanuel de Saboya, realmente se trata de su hermana mayor Margarita. La autora de la ficha técnica, Liliana Costamagna, sigue también en esta ocasión las teorías del médico y erudito siciliano Alfio Nicotra, recogidas en el artículo anteriormente citado.

Lo más original e imaginativo, en este caso, es la doble atribución que se propone en cuanto a la autoría, ya que la especialista atribuye el rostro a Sofonisba Anguissola, mientras el resto de la figura lo considera de mano de la propia duquesa Catalina Micaela, basándose en el hecho de que recibió lecciones de pintura y dibujo de Sofonisba en el tiempo en que estuvo en España como dama de Honor y maestra de pintura de la reina Isabel de Valois y posteriormente de las infantas.

Sin descartar la posible autoría de la pintora cremonesa, la doble atribución a la maestra y a la alumna no puede ser considerada sino como una elucubración, curiosa, pero sin atisbo alguno de realidad. En cuanto a la personalidad de la retratada, considero que no coincide con la fisonomía de ninguna de las dos hermanas candidatas, de quienes hemos visto anteriormente las imágenes que se conservan en la Galería de los Uffizi en Florencia. En todo caso tampoco habría fundamento para el cambio que se propone de que en lugar de Isabel sea Margarita, de la que conocemos mejor su imagen por haber sido la más retratada de las hermanas. Creo que la propuesta de cambio obedece en este caso a otro tipo de razones prácticas ya que si se admitiera que el retrato es de la hermana menor, su madre jamás hubiera podido pintarla por falta material de tiempo a causa de su muerte prematura.

En relación con las fichas técnicas de estas dos últimas obras expuestas es necesario poner en cuestión muchas de las afirmaciones que contienen, derivadas, por lo que parece, de la fuente de información ya señalada,  el artículo del Dr. Nicotra en la Revista Incontri.

El doctor Alfio Nicotra es un aficionado conocedor de la obra de Sofonisba Anguissola, a la que ha dedicado muchos años, buscando primero en Sicilia y después por todo el territorio italiano obras que a su parecer puedan serle asignadas. En esa tarea tuvo un primer éxito cuando atribuyó en 1995 a la pintora la obra Madonna de Itria que se encuentra en la Iglesia de la Annunziata de Paternò y posteriormente vio confirmada su autoría en 2002 con el descubrimiento del documento de su donación en el Archivo de Estado de Catania. Este hallazgo, evidentemente debió animar al Dr. Nicotra a continuar en su búsqueda y siguiendo en esta tarea en 2008 presentó en Palermo en un acto de homenaje a la pintora un grupo de ocho obras que consideraba realizadas por Sofonisba Anguissola. Al acto fue invitada la especialista Maria Kusche, quien tras analizar las propuestas consideró que sólo cuatro de ellas, entre las que se encontraba la Madonna de Itria, presentaban un grado razonable de verosimilitud. (Las reflexiones de la especialista sobre estas atribuciones fueron recogidas en un artículo publicado en 2009 - AEA, LXXXII, 327, pp.285-316). Es evidente que el Sr. Nicotra se ha mantenido en esa búsqueda ya que esporádicamente publica algún artículo con nuevas atribuciones.

Un elemento fundamental en la búsqueda del Sr. Nicotra es la intuición y de ella se vale para hacer innumerables propuestas, a veces muy imaginativas, que denotan su profundo conocimiento del personaje, pero sin documentación alguna que las avale, a la espera de que en algún momento puedan hallarse pruebas o testimonios fehacientes que las validen. Considero que en general sus propuestas son dignas de ser leídas y estudiadas, incluso ser tenidas en cuenta a la espera de nuevas investigaciones que colmen las importantes lagunas existentes en la biografía y el elenco de obras de Sofonisba Anguissola, pero, entre tanto, no deberían formar parte de una ficha técnica avalada por un comité científico de alto nivel.


jueves, 7 de mayo de 2015

LOS ÚLTIMOS PINTORES DE FILIPINAS

La madre España llevando a su hija Filipinas al progreso. det. 
Juan Luna Novicio (1ª versión, 1884) 

EL MINISTERIO DE ULTRAMAR Y LA EXPOSICIÓN DE LAS ISLAS FILIPINAS EN 1887

El Ministerio de Ultramar se creó en 1863 “a fin de dar toda la unidad posible a la Administración superior de las provincias de Ultramar” según reza el Real Decreto firmado el 23 de Junio de ese año por su primer Ministro: D. José de la Concha. El nuevo Ministerio venía a sustituir las anteriores Juntas y Direcciones que se habían ocupado hasta entonces de las cuestiones ultramarinas y asumirá todas las competencias en la materia excepto las relativas a política de Estado (exterior), guerra (defensa) y marina.

Bajo los auspicios de este Ministerio de Ultramar en 1887 se celebra la Exposición General de las Islas Filipinas, que fue proyectada por el entonces Ministro Víctor Balaguer y Cirera. En ese momento ostentaba la Jefatura del Estado la Regente María Cristina y presidía el gobierno Práxedes Mateo Sagasta.

La exposición se proyecta y se lleva a cabo en el Parque del Retiro. La mayoría de los objetos se instalaron en el Pabellón Central, el actual Palacio de Velázquez, que había sido construido cuatro años antes por el arquitecto Ricardo Velázquez para una Exposición dedicada a la Minería y la Metalurgia. Para crear el ambiente adecuado se aprovecha el lago de patinadores convirtiéndolo en una ría con vegetación tropical y en su entorno se realizan una serie de construcciones típicas, casas de labor, edificio de tejedoras, una "ranchería" para los igorrotes, todas ellas realizadas con materiales tradicionales en madera, caña y nipa. Pero el edificio estrella de la exposición fue el denominado oficialmente Pabellón Estufa conocido desde el primer momento como Palacio de Cristal y diseñado por el mismo arquitecto citado, siguiendo el modelo del Cristal Palace de la exposición Universal de Londres de 1851. Su destino era albergar las plantas llegadas de Filipinas, aunque acogió igualmente algunos muebles y otros objetos de gran tamaño. 
Pabellón Estufa - Palacio de cristal
Laurent y Cia, IPCE
Palacio de cristal. Inauguración de la exposición el 30 de Junio de 1887 por la regente Mª Cristina. 
Litografía de la Ilustración española y americana.8. 7. 1887
La reina inaugurando la Exposición vista por Amerigo y Aparici. Boceto, 1887, 
Museo Victor Balaguer, Vilanova i la Geltrú.

La exposición pretendía ser un gran espacio en el que pudiera mostrarse el modo de vida de la sociedad filipina en su amplia extensión, por lo que además del conjunto de obras que representaban la cultura, la técnica y el desarrollo, el arte y la historia del pueblo filipino, hubo una amplia representación de la población nativa que en principio estuvo constituida por 43 indígenas incluyendo “algunos igorrotes, un negrito, varios tagalos, los chamorros, los carolinos, los moros de Joló y un grupo de bisayas”, que, según reseñaba el diario El Imparcial del 8 de Mayo de ese mismo año “En su constitución, en su aspecto, en su lenguaje, en sus maneras, en sus costumbres en su color y hasta en sus trajes, esos compatriotas nuestros difieren grandemente de los filipinos más civilizados y hasta ahora conocidos”. Los miembros de las tribus vivían en cabañas; los visitantes accedían al recinto y podían observarlos, pagando una entrada.

Existe abundante información gráfica en la prensa de la época y en especial las fotografías realizadas por J. Laurent y Cia, que se conservan en el Instituto de Patrimonio Cultural de España

A decir de José Ortega Munilla, padre de Ortega y Gasset, director de El Imparcial “La exposición de Filipinas, celebrada en el Retiro bajo los auspicios del historiador y Ministro de Ultramar, Victor Balaguer, fue la postrera efemérides brillante del imperio español” 

Vista de algunas salas de la exposición. J. Laurent y Cia, Instituto de Patrimonio Cultural de España

(Para ampliar la información sobre la exposición y su pormenores puede consultarse “Un imperio en la vitrina: el colonialismo español en el Pacífico y la exposición de Filipinas de 1887” del profesor Luis Ángel Sánchez Gómez de la Facultad de Geografía e Historia de la UCM)

La consecuencia inmediata de la Exposición es que dio lugar a la creación del Museo Biblioteca de Ultramar que además de recuperar lo que quedó de un anterior y fugaz Museo Ultramarino, tenía entre sus funciones la de custodiar los objetos y libros que se habían reunido para la exposición de Filipinas así como exhibir las obras de arte ejecutadas por artistas naturales de las provincias de Ultramar. El Museo Biblioteca de Ultramar - MBU, cuya historia está plagada de luces y sombras, solo llegó a durar dos décadas. La necesidad de ubicar la nueva Exposición Bienal de Bellas Artes de 1908 fue la excusa para su desaparición. Una  Real Orden de 4 de febrero de ese año dispone el desalojo inmediato del edificio y la distribución de sus colecciones entre instituciones especializadas en las diferentes materias expuestas: Museo de Ciencias Naturales, Museo Arqueológico, Museo de Antropología, Biblioteca Nacional y Museo de Arte Moderno.


PINTURAS DE LA EXPOSICIÓN DE FILIPINAS QUE CONSERVA EL MUSEO DEL PRADO

Muchas de las pinturas que formaron parte de la exposición, realizadas por artistas autóctonos, se mantuvieron en el Museo Biblioteca de Ultramar mientras duró y de allí fueron enviadas tras su desmantelamiento al Museo de Arte Moderno -MAM,  que ocupaba en ese tiempo parte del edificio de la Biblioteca Nacional en el Paseo de Recoletos en Madrid. Posteriormente tras el cierre definitivo del MAM en 1971 las pinturas se transfirieron al Museo del Prado. Con ello se modificó su dependencia pero no su situación ya que debido a la política de dispersión iniciada desde finales del siglo XIX para aligerar los museos nacionales, las obras se habían ido depositando en diversos organismos e instituciones, la mayor parte de las pinturas de la exposición filipina, en diversas instituciones de  las Islas Canarias, y en especial en el Ayuntamiento de las Palmas de Gran Canaria.

Su importancia, salvo contadas y meritorias excepciones, estriba más en su significación y en la consideración de reflejo de la circunstancia histórica en que se produjeron que en la calidad artística las obras, En buena parte las  pinturas y esculturas presentadas a la Exposición son obra de alumnos de la Academia de Pintura, Dibujo y Grabado de Manila, hecho que a veces se olvida en las críticas tanto de la época como en la actualidad que las juzgan de baja calidad considerando que estamos ante artistas consagrados. Lo cierto es que el nivel de muchas de ellas no difiere del que presentaría cualquier escuela española de la época que expusiera obra de alumnos de tres o cuatro años de aprendizaje. Es escaso el número de artistas ya consagrados que cuelgan sus obras en la exposición y se trata precisamente de obras de artistas que habían recibido una pensión para realizar sus estudios en España, que es donde culminan su periodo de formación y desde donde varios de ellos saltarán a la fama internacional.

En todo caso considero importante conocer, en la medida de lo posible, la identidad de los artistas que realizaron las mencionadas obras, a pesar de que muchos de ellos hayan sido prácticamente olvidados y sus obras guardadas en almacenes. Al mismo tiempo habría que proponer su recuperación dado el estado de deterioro que se observa en algunas de ellas ya que, al fin y al cabo, formaron parte de lo que hoy vemos como un capítulo de nuestra historia digno de ser recordado. El interés por la recuperación de esta memoria no sólo está vivo entre nosotros sino también en el pueblo filipino como demuestran el interés y los altos precios que alcanzan las obras de estos pintores en el comercio en la actualidad. No es de extrañara ya que hablamos de su historia, su cultura y su arte, de un momento concreto, el último cuarto del siglo XIX, del que pocas muestras se encuentran en la actualidad en sus propias instituciones.

A la hora de hablar de los pintores de la Exposición de Filipinas he comenzado por Agustín Sáez a pesar de ser español ya que pasó gran parte de su vida en Manila como director de la Academia de Pintura, Dibujo y Grabado, siendo también profesor de dibujo del Ateneo Municipal de Manila, lo que supone haber sido maestro de la mayor parte de los participantes. La relación de pintores filipinos propiamente dicha, se inicia con el pintor más importante del grupo, Juan Luna Novicio que entre otras obras de indudable interés realiza, por encargo del entonces ministro de Ultramar, D. Victor Balaguer, el maravilloso cuadro que encabeza esta entrada.

Agustín Sáez y Glanadell 
(Lorca - Murcia, h.1828 - Manila, 1891).

Nacido en la localidad murciana de Lorca donde inició sus estudios. Como tantos jóvenes artistas de la época se traslada a Madrid para seguir el camino de la pintura en la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid donde figura matriculado desde 1845 hasta 1857, siendo alumno de José de Madrazo y Juan Antonio Ribera. En el expediente que se conserva en el Archivo Histórico Nacional (Ultramar, 603. Exp.6) se recuerdan algunos de sus trabajos como Eliézer y Rebeca o la Resurrección de Lázaro. También se indica que aprobó la primera de las pruebas convocadas para optar a la pensión de Roma pero no llegó a conseguirla.

Solamente conocemos una obra suya de esta época que es el Retrato del Rey godo Tulga que le encarga su maestro José de Madrazo para formar parte de la Serie Cronológica de los Reyes de España que patrocina el Museo Nacional de Pintura. El archivo del Museo conserva el documento de pago por 2.000 reales de vellón, de fecha 1º de diciembre de 1853. (Caja: 1248 / Legajo: 37.3.66 / Nº Exp: 2).
Agustín Sáez. Retrato del rey godo Tulga, 1853 [P05830]
En depósito en la Diputación Provincial de Lugo

En 1855 es uno de los elegidos por la Academia de San Fernando para llevar a cabo el encargo del Tribunal de Comercio de Filipinas de realizar una de las copias de la serie de obras maestras que servirán de modelo pictórico a los alumnos de la joven Academia de Dibujo y Pintura de Manila; se trata de un importante encargo que en conjunto se valoró en 20.000 reales. No tenemos noticia de si la tarea en su conjunto fue culminada pero sí de que Sáez realizó una copia de la "Escala de Jacob" de Rivera por la que le pagaron 3.000 reales, que fue muy bien acogida y propició el ofrecimiento en 1857 del puesto de director y profesor de la Academia de Manila. Se trataba en un primer momento de un puesto con carácter interino, con unos haberes de 6.000 reales (2.500 de sueldo y 3.500 de sobresueldo), pero Sáez se instala con su familia en Manila de modo indefinido y gracias a su dedicación y buen hacer conseguirá el nombramiento definitivo por Orden de 20 de octubre de 1860 que conllevaba el ejercicio de la dirección y la enseñanza. Posteriormente se desligaron ambas actividades quedando Sáez únicamente como profesor, puesto que ocupará hasta su fallecimiento en 1891.

Sobre la enseñanza de la pintura en Manila en el S.XIX, ver en este blog:
LA PRIMERA ESCUELA DE PINTURA DE MANILA 1821-1834
Y
LA SEGUNDA ESCUELA DE PINTURA DE MANILA 1850-1898

Agustín Sáez participó y ganó una de las primeras competiciones de arte local que organizó el editor Domingo Vidal y Soler para seleccionar el mejor diseño de portada para la edición de la Flora de Filipinas, del padre Manuel Blanco en 1877. En la obra participaron realizando láminas la mayoría de los pintores y dibujantes locales, pero la portada fue realizada por el ganador del concurso.
Agustín Sáez Glanadell. Portada de la Flora de Filipinas, del P. Blanco

La primera etapa de la escuela de pintura colonial dirigida por Agustín Sáez, se caracteriza por la realización de una pintura costumbrista, actividades cotidianas, escenas locales y tipos del país. Conocemos una de las dos obras que Sáez presentó en la Exposición de Filipinas que representa la típica imagen de Una española filipina, que viste el atuendo típico de las Islas con su saya y su tapis negro, su blusa de encaje  y un abanico en la mano. Un segundo cuadro que figura a su nombre en el Catálogo de la Exposición es el titulado Un Cazador, retrato de D. C. Ramos, por el que fue premiado con medalla de oro, obra que se encuentra actualmente  en paradero desconocido.
Una española filipina, óleo sobre lienzo, 188 x 107 cm. 1886 
Dep. Ayuntamiento Las Palmas de Gran Canaria [P6849].


Juan Luna y Novicio 
(Badoc, Filipinas, 23.10.1857 - Hong-Kong, 7.12.1899)
Juan Luna y Novicio. 
Izq. Detalle de una fotografía de grupo durante su estancia en Roma. 1881
Der. Autorretrato (det.) Museo López - Manila.

Juan Luna y Novicio, nacido en Badoc (Filipinas), era el tercero de los siete hijos de Joaquín Luna de San Pedro y Laureana Novicio Ancheta. En 1861 la familia se traslada a Manila donde Juan Luna realiza sus  estudios en los Jesuitas del Ateneo Municipal de Manila donde obtiene el grado de Bachiller en Artes y pasa a continuación junto con su hermano Manuel a la Escuela de Náutica y tras realizar los tres primeros cursos de enseñanzas teóricas dedica el último año (1874) como era preceptivo a la práctica de la navegación de altura, visitando Singapur, Hong-Kong, Batavia y Colombo.

Aficionado a la pintura inició estudios en la Academia de Dibujo y Pintura con RochaAgustín Sáez con quienes parece que no llegó a entenderse, por lo que deja la Academia y acude a clases particulares con el artista filipino Lorenzo Guerrero, ayudante de la Academia, con quien, según su amigo Rizal, estudió el natural y manejó por primera vez los colores. Guerrero fue el primero en reconocer el potencial del joven pintor por lo que aconseja a sus padres que le envíen a estudiar a la Academia de Madrid. Luna viaja a España en 1877, con veinte años, junto con su hermano Manuel, músico, dos años antes que sus compañeros Félix Resurrección Hidalgo y Miguel Zaragoza. (Algunos le sitúan en España en 1871 -con 14 años-, relacionándolo con el pintor Rosales, basándose en fuentes que aluden probablemente a otro "Juan Luna", nombre nada singular en el Madrid de la época. El hecho es que Rosales fallece en 1873 cuando Luna, con dieciséis años se encuentra haciendo sus estudios en la Escuela Náutica de Filipinas.) 

Luna,  se traslada por tanto a Madrid en 1878 por sus medios e inicia sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando en la que solo fue alumno un año con excelentes resultados; allí conoce al pintor Alejo Vera, (él si, discípulo de Rosales) a quien siempre considerará más que un  maestro. Vera le ofrece viajar con él a Roma al año siguiente, tras haber obtenido la plaza de pensionado de mérito por la pintura de figura. (R.O. de 19 de junio de 1878), para cuya concesión hubo de ser modificado el Reglamento de la Academia  ya que limitaba a 40 años su disfrute y Vera tenía ya 43.

Tenía entonces Luna 21 años y después de realizar una primera obra titulada Dafnis y Cloe se da a conocer presentando dos obras a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1881: La esclava ciega en la que representa una escena de Los últimos días de Pompeya y La muerte de Cleopatra; por esta última obra obtuvo 2ª medalla y fue adquirida por el gobierno que la expondrá en 1887 en la Exposición General de Filipinas y actualmente es propiedad del Museo del Prado. 
(En 2021 ha sido incorporada a la exposición permanente en las Salas del XIX).
El Ayuntamiento de Manila concedió una pensión a Luna gracias a la cual pudo permanecer en Roma mientras Vera se volvió a Madrid a mediados de 1881 coincidiendo con la presentación de su obra Los últimos días de Numancia en la Exposición con la que consiguió una Primera Medalla; obra y premio que pueden considerarse como una premonición del logro de su alumno en la Exposición de 1884.
Alejo Vera. Los últimos días de Numancia 1881. 
MNP En depósito en la Diputación Provincial de Soria

La pensión concedida a Luna, por el éxito obtenido con su Cleopatra, por el Ayuntamiento de Manila gracias a la propuesta presentada por el concejal del ayuntamiento de Manila, Francisco Rodoreda, fue mejorada en sus condiciones por la intervención del alcalde, Pablo Ortiga y Rey, aumentando la dotación inicialmente propuesta de 600 a 1.000 pesos anuales, durante cuatro años (1883-1887) y disminuyendo sus obligaciones, quedando reducidas al envío de dos obras a Manila en lugar de las cuatro señaladas en la primera propuesta. (AHN, Ultramar,469, Exp.9). Todo ello le permitió completar holgadamente sus estudios.

En Roma se relacionó con otros colegas filipinos y con el grupo de artistas españoles entre los cuales mantuvo una estrecha amistad con Juan Antonio y Mariano Benlliure, este último de carácter extrovertido, lleno de ideas y atrevimiento en la misma línea que el joven Luna.
En la fila delantera los cuatro pintores filipinos de izq. a dcha.: Juan Luna, Pedro Alejandro Paterno, Félix Resurrección Hidalgo y Miguel Zaragoza Araquizna; detrás, los hermanos Mariano y Juan Antonio Benlliure y Gil, y entre ellos Juan José Puerto Villanueva. Roma. 1883

Visitó distintas ciudades italianas, lo que le dio oportunidad de conocer las grandes obras del renacimiento y sobre todo las ruinas de la antigüedad romana por las que concibió y pintó la obra que le dio más renombre: Spoliarum, cuya estructura y composición no resultan ajenas a la Numancia de su maestro. La obra produjo gran sensación en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1884 en la que obtuvo Primera Medalla. También obtuvo con esta misma obra tercera medalla en el Salón de París de 1886  y dos años más tarde una segunda en la Universal de Barcelona.
Juan Luna Novicio, Spoliarum 1884, Sala de Grandes Maestros de la Galería Nacional de Filipinas

Vista de la sala donde se exponía Spoliarum. La ilustración Española y Americana 30 julio 1884.  

La obra, adquirida por la Diputación de Barcelona tras su exhibición en esa ciudad, fue depositada posteriormente en el Museo de Arte Contemporáneo de la misma ciudad y sufrió notables deterioros en tiempos de guerra por lo que quedó arrumbada en su almacén. Posteriormente por mediación del Ministerio de Educación Nacional fue enviada a Madrid donde fue restaurada en los talleres del Museo del Prado por Manuel Pérez Tormo y Cristóbal González, invirtiendo unos cuatro meses de trabajo. Al carecer de telar y tableros de suficientes dimensiones para la forración del cuadro, los técnicos decidieron dividirla en tres partes para facilitar su manejo, dadas sus amplias dimensiones.
Aspecto de la obra antes de su unificación

Finalmente los restauradores realizan un pequeño informe para los técnicos de Manila cuya copia se conserva en el Archivo del Museo del Prado que dice, entre otras cosas, que el lienzo "no se ha forrado ni entelado porque está pintado sin preparación y por ser previsible que en el clima de Manila -cálido y húmedo- pudiera alterarse el adherente que se emplease para unir las telas y el planchado podría hacer perder fuerza al vigor y frescura de la pincelada".

En la década de 1950 se ofreció al gobierno de Filipinas como un regalo del gobierno español. Una vez en su destino hacia 1960 la obra fue nuevamente restaurada y unificada por el artista Antonio Dumlao, e instalada en el vestíbulo del edificio del Departamento de Asuntos Exteriores en Padre Faura (actual Depto. de Justicia) donde se montó en un marco de madera. Finalmente la obra pasó a su ubicación actual en el Museo Nacional de Filipinas, donde sigue siendo considerada su principal obra,
Noticia de ABC del 18.1.1958

Con este segundo gran éxito Luna se convirtió en el pintor de moda; recibió numerosos encargos institucionales: en 1887 recibió el encargo del Senado español de realizar el Combate Naval de Lepanto, 7 de octubre de 1571 para acompañar La Rendición de Granada de Pradilla en su principal salón que constituyó en su momento una gran éxito, aunque no exento de polémica. Contratado por 25.000 pesetas, finalmente gracias a la mediación de Manuel Silvela recibió 30.000 pesetas, sin llegar a las 40.000 recibidas por Pradilla como él había solicitado. Con el tiempo y los cambios políticos derivados de la independencia de Filipinas, cambiará su aprecio y consideración, no por razones artísticas, siendo trasladado a una estrecha zona de pasillo, donde se encuentra en la actualidad, que no tiene las condiciones de visibilidad que exige la obra. El Ministerio de Ultramar también le pidió una composición que representase a España y Filipinas, que es la que encabeza este artículo, actualmente depositada por el Museo del Prado en el ayuntamiento de Cádiz.

Tras su periodo de formación en Roma Luna se instala en París donde abre taller propio. El gran éxito adquirido le valió la admiración de las mujeres entre las que se encontraba Paz Pardo de Tavera y Gorricho, joven de una conocida familia hispano filipina, originaria de Toledo (Tavera) y Navarra (Gorricho), con la que se casó el 8 de diciembre de 1886 tras vencer ciertas resistencias familiares. Tuvieron dos hijos: María de la Paz, que murió a una edad temprana, y Andrés, que llegó a ser uno de los arquitectos más destacados de Manila.
Juan Luna y Novicio, Retrato de Paz Pardo de Tavera. Galería Nacional de Filipinas

En París Juan Luna y su familia vivían con el apoyo de su suegra, Juliana Gorricho en Villa Dupont. Las discusiones familiares, en parte por la diferencia de clase y en parte por celos, eran corrientes en el domicilio familiar hasta el punto que la familia Pardo de Tavera se plantea como única solución el divorcio, lo que elevó el nivel de tensión. La madre llamó a sus hijos para que protegieran a Paz, pero fue demasiado tarde. El 23 de septiembre de 1892 Juan Luna mata de un tiro a su suegra, hiere de muerte a su esposa y causa daños también a su cuñado, el escultor Félix Pardo de Tavera, que trató de intervenir. La historia que luego contará Luna lacrimosamente en el juicio hablaba de que Paz conoció en Mont Doré a un hombre de 55 años, llamado Ms. Dussaq, del que habló con entusiasmo, lo que no gustó a Luna, quien se dedicó a espiar a su esposa llegando al convencimiento de que le había sido infiel. 
El pintor, acusado de asesinato fue defendido por un famoso abogado criminalista, Albert Danet protagonizando en el juicio escenas melodramáticas que le valieron la simpatía de la sala. No faltaron las cartas de apoyo incondicional que sus colegas, pintores españoles, enviaron al juicio y a la prensa a pesar de la evidencia. Finalmente fue absuelto del cargo de asesinato porque se consideró un "crimen pasional" cometido en un momento de enajenación mental.

Tras este episodio volvió a España y aunque siguió pintando ya no volvió a presentarse a exposiciones públicas. En 1896 al estallar la insurrección que terminaría con la independencia del archipiélago filipino, Juan Luna fue detenido en Manila a donde se había desplazado en 1894 con su hijo Andrés y su hermano Antonio, a pesar de que siempre abogó por una conciliación imposible. Gracias al indulto concedido por las Cortes españolas el 27 de mayo de 1897, salió de prisión y regresó a España. En 1898 fue enviado por el comité revolucionario filipino a París y posteriormente a Washington, para negociar el reconocimiento internacional de la nueva república.

La carga ideológica de sus últimas obras, su carácter progresista y su posicionamiento en el proceso independentista filipino, han sido puestos en relación con su vinculación a la masonería, a la que estuvo ligado a través de la logia La Solidaridad, nº 53, del Gran Oriente Español, aunque hizo pública retractación de su pertenencia.

Después del asesinato de su hermano, el general Antonio Luna, por las tropas de Aguinaldo, en 1899 se fue a Hong-Kong donde murió el 7 de diciembre a consecuencia de un ataque al corazón que se creyó producido por un envenenamiento. Sus restos fueron trasladados por voluntad de su hijo a la cripta de la iglesia San Agustín de Manila en 1920.

Sus obras de la Exposición de Filipinas 

De acuerdo con el Catálogo de la Exposición de las Islas Filipinas de 1887, la obra La Muerte de Cleopatra mencionada anteriormente fue una de las tres obras presentadas de este pintor. Hay que entender que la obra la presentó el Museo de Arte Moderno, que era su propietario, tras su adquisición  por 5.000 pesetas como consecuencia del premio recibido en la exposición Nacional de Bellas Artes de 1881 (R.O. de 30 de Junio de ese mismo año). Esta obra recibió el Diploma de Honor que era el premio más importante de la Exposición.  De las otras dos obras que menciona el Catálogo, una titulada "Charing" (forma familiar del nombre Rosario, equivalente a nuestra "Charo") que se describe como una mestiza componiendo su peinado, coincide en su temática y probablemente sea la obra que se encuentra en la actualidad en el Museo Victor Balaguer de Vilanova y la Geltrú;
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Juan Luna. Mestiza en su tocador "Charing" 1886
Museo Victor Balaguer, Vilanova y la Geltrú (Barcelona)

La tercera obra que figura en el Catálogo de la Exposición como: Cuadro al óleo con una marina "Isla de Giudeca" seguramente es la obra que conserva el Museo del Prado titulada "Marina" (ver siguiente apartado), ya que coincide con la imagen de la obra expuesta que podemos ver en una de las fotografías realizada por Laurent para el Álbum fotográfico de la Exposición
Jean Laurent y Cía. Vista de la sección 8ª - Bellas Artes (detalle)

Sus obras del Museo del Prado

De Juan Luna el Museo del Prado posee cinco obras, tres de las cuales se encuentran en los almacenes del propio Museo y dos se hallan depositadas en otras instituciones. De ellas, como hemos comentado, solamente las dos primeras que figuran a continuación fueron exhibidas en la exposición de 1887.  
Marina, óleo sobre lienzo, 98,5 x 188 cm, 1887 MNP Depositado en la D.G. del País Vasco [P7435]. (Obsérvese la coincidencia con la obra que aparece en la anterior fotografía de Laurent)
Muerte de Cleopatra, óleo sobre lienzo, 250 x 340 cm. 1881 [P6354]. MNP. Almacén
Retrato de hombre, óleo sobre lienzo, 47 x 35 cm. 1877 [P4447]. MNP Almacén

Se trata de la primera obra que conocemos pintada en España a los veinte años, el mismo año de su llegada, que bien podría ser un retrato de José Vera  a los 77 años, padre del pintor Alejo Vera con quien Luna se relacionó a través de la Academia de Bellas Artes y que se convertirá en su amigo, mentor y maestro. Abona esta posibilidad el hecho de que la obra fuera conservada por Alejo Vera durante toda su vida y vendida solo tras su muerte al Museo del Prado, en 1931, por Torcuato Dagnini heredero de Fortunato Dagnini, apadrinado por el pintor que vivió con él los últimos años de su vida en su casa de la plaza del Progreso, 9 y que a su muerte heredó sus propiedades .
Retrato de Víctor Balaguer, óleo sobre lienzo, 1885, MNP, Almacén [P7499].

Mención especial requiere la obra con la que abríamos esta entrada con la que que Luna gana el concurso para el cartel anunciador de la Exposición Regional de Filipinas que se celebraría en Manila en 1895.
Catálogo de la Exposición Regional Filipina de 1895 que utiliza la imagen del cartel anunciador.

La obra en que se basaba este cartel anunciador Juan Luna tuvo tanto éxito que recibió diversos encargos y sabemos que realizó al menos dos versiones una de las cuales es la que  conserva el Museo del Prado y se encuentra depositada en el Ayuntamiento de Cádiz.
Juan Luna y Novicio. La madre España llevando a su hija Filipinas al progreso,1894
Versión del MNP. Dep. en Ayuntamiento.de Cádiz


Félix Eduardo Resurrección Hidalgo y Padilla
(Binondo, Manila, 1853 - Barcelona, 1913)

Félix Eduardo Resurrección Hidalgo y Padilla. 
Detalle de fotografía de grupo en Roma. 1881 y Autorretrato, 1901

Pintor de familia acomodada, estudió Derecho en la Universidad de Santo Tomás de Manila, graduándose con el título de Bachiller en Derecho Civil en 1871 aunque al terminar abandonó las leyes para ingresar en la Academia de Dibujo y Pintura de Manila, siendo discípulo de Agustín Sáez y de Lorenzo Rocha. En 1876 presentó algunas obras realizadas para sus ejercicios de dibujo del natural en la Exposición Universal de Filadelfia. En 1879 viajó a España becado por el gobierno y tras estudiar en la Academia de San Fernando de Madrid se trasladó a Roma el curso 1882-1883 y posteriormente decidió quedarse en Europa viajando por distintas ciudades y afincándose definitivamente en París al igual que su colega Luna.

En 1884 ganó la medalla de plata de la Exposición de Bellas Artes de Madrid por la obra que le ha hecho más famoso: Vírgenes cristianas expuestas al populacho (Adquirida por R.O. de 10 de julio del mismo año por 2.500 pts). Fue depositada por el Museo del Prado en la Universidad de Valladolid y se destruyó en un incendio en 1936. Existe una versión en el Metropolitan Museum de Manila. Fue un año de gloria para los artistas pensionados filipinos pues su compañero Luna obtuvo la medalla de oro por su Spoliarum.
Vírgenes cristianas expuestas al populacho, 1884. Banco Central de Filipinas. Manila

Cabe destacar su participación en múltiples exposiciones, además de la General de las Islas Filipinas (Madrid, 1887), la Universal de París (1889), la Internacional de Bellas Artes (Barcelona, 1891; la Nacional de Madrid de 1892, la Universal de Chicago (1893), la Regional de Filipinas (1895) y la Exposición Universal de San Luis (1904). Después de treinta años de ausencia, en 1912 vuelve a Filipinas para ver a su madre y a los seis meses vuelve a París, pero parece que preocupado por su salud se desplaza a Barcelona, a la localidad de Sarriá donde fallece el 13 de marzo de 1913. Sus restos serían trasladados a Manila y enterrados en el mausoleo de la familia Hidalgo en el Cementerio del Norte.

Las pinturas que conserva el Museo del Prado en principio no se corresponden con las que figuran en el Catálogo de la Exposición de 1887 en el que se citan únicamente dos. La primera "Un paisaje representando un río de Filipinas" que podría tratarse de la obra que se conserva en el Museo del Prado con el título Estudio del natural (P04392), de su etapa de formación. 

Estudio del natural, óleo sobre lienzo, 34 x 54 cm. 1875 [P04392] MNP, Almacén

La segunda obra que menciona el Catálogo lleva por título "La barca de Aqueronte" Indudablemente se trata de la obra que con el título "El Aqueronte" fue presentada por el pintor a la exposición nacional de 1892. Fue adquirida por el Estado para el Museo Biblioteca de Ultramar y en 1904 entregada al Museo de Arte Moderno;  actualmente se considera desaparecida tras estar depositada en el Ayuntamiento de Santander. 
Reseña en el Catálogo de la Exposición de BB. AA. de 1892 
Imagen de La Ilustración Española y Americana. 1892

El López Museum and Library de Manila, tiene una obra del pintor con ese título que pudiera ser una versión realizada posteriormente. Otra versión con algunas variantes, más cercana a la imagen reproducida por la prensa de la época, se encuentra en la colección del Banco Central de Filipinas. 
F.R.Hidalgo. La barca de Aqueronte. López Museum and Library de Manila  y Col. Banco Central de Filipinas

Pero el Museo del Prado tiene otras dos obras que consideran corresponden a la etapa de formación del pintor. Se trata de dos estudios del natural representando dos personajes típicos de Filipinas: Una Vendedora de lanzones y un Pescador de Sacag. A pesar de que no figuren en el Catálogo de la Exposición el Museo informa que proceden, al igual que las anteriores, del Museo de Ultramar.
La vendedora de Lanzones,  1875 [P6742] 
El pescador de Sacag, 1875 [P6743]
MNP. Ambas en depósito en el Museo Nacional Antropología.

Finalmente el Museo incluye entre sus obras La aparición de Santiago a Ramiro I antes de la batalla de Clavijo, una pintura de historia atribuida por error a este pintorUna reciente investigación me ha llevado a identificar al verdadero autor de esa obra que es el pintor hispano-filipino, Lorenzo Rocha de Ycaza. 

En el Catálogo de la Exposición de Filipinas de 1887 el cuadro figura entre los presentados por el Ministerio de Ultramar, que era su propietario, sin identificar a su autor. Pero se trata de una obra adquirida muchos años antes ya que fue realizada por Lorenzo Rocha y presentada en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1866, que tuvo lugar a principios de 1867, con el título El sueño de D. Ramiro, por la que su autor obtuvo mención honorífica de segunda clase y fue adquirida por el gobierno y depositada en el Ministerio de Ultramar. 
Aparición de Santiago a Ramiro I antes de la batalla de Clavijo [P7869] MNP,
En depósito en el MBA Álava.

Sobre esta obra ver la entrada: 
Identificado un nuevo pintor de Filipinas en el Museo del Prado: Lorenzo Rocha


Julián Arístegui
(Iloilo, 1864  - Manila, 1889)
Español-filipino nacido en Iloilo y residente en Manila. Manuel Artigas y Cuerva le incluye en su Galería  de Filipinos Ilustres (Manila, 1917), donde cuenta que realizó sus primeros estudios en Iloilo dedicándose sobre todo a la pintura y cuando ya se le podía considerar como artista a los 24 años se trasladó a Manila donde primero fue alumno del acreditado pintor Miguel Zaragoza y luego ingresó en la Academia de Dibujo y Pintura de Manila. Se dedicó a pintar paisajes como el que fue premiado en la Exposición de Madrid de 1887 y otro que obtuvo medalla de plata en la exposición de Barcelona de 1888, también pintó tipos del país, recordándose el titulado Sampaguitas (flor filipina parecida al jazmín) y un retrato de su hermana, casada con el secretario del Ayuntamiento de Manila.

Dibujante y caricaturista de la revista Manila Alegre, también colabora en el suplemento ilustrado del periódico La Opinión de Manila. Publicó trabajos literarios en prosa. De su labor como pintor y periodista habla W.E. Retana en su publicación El periodismo filipino. (1895)
Nota publicada por Retana sobre Julián Arístegui

El Museo del Prado conserva la obra presentada en la Exposición General de Filipinas que figura en el Catálogo de la misma.
Paisaje de Filipinas, óleo sobre lienzo, 150 x 80 cm. 1887  
Dep. Ayuntamiento La Orotava, Santa Cruz de Tenerife) [P6273].


Diego Riego de Dios 
(h.1860 - h.1920).

Pintor filipino que estudió en la Academia de Dibujo y Pintura de Manila en torno a 1880, bajo la dirección de Agustín Sáez y Lorenzo Rocha, que instauran las clases de dibujo del natural para que los alumnos se ejercitasen en la representación de modelos vivos masculinos. En el Catálogo de la exposición figuran varias obras presentadas por la Academia de Pintura de Manila realizadas por sus alumnos. Entre ellas figuran: "Dos retratos al óleo de una india por R. Riego de Dios, alumno de la Academia" y "Tres cuadros al óleo, estudios al yeso por R. Riego de Dios y por T. Sucgang". 

La obra que el Museo atribuye a este pintor no parece coincidir con los datos que figuran en el Catálogo ni en el nombre "Diego" que figura en la información del Museo, ya que la inicial que figura en el Catálogo es una "R", ni en el tema del estudio que le atribuye el Museo del Prado: Un indio sentado con un palo en la mano. Como puede observarse, se encuentra en pésimas condiciones.
Indio sentado con palo en la mano, óleo sobre lienzo, 170 x 97 cm. 1886  
Depositado en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria  [P06845].


Bernardo Morales Soriano
(Hermita-Manila, 1860 - 1920)

Pintor filipino que cultivó la pintura costumbrista y de historia. Participó en la Exposición General de Filipinas donde presentó obras de tema morisco dos de las cuales son las que conserva el Museo del Prado. El Catálogo de la Exposición de Filipinas no menciona su nombre por lo que hay que entender que él no presentó directamente las obras. En el Nº 69 del Catálogo figuran "Tres cuadros al óleo con tipos de la Isla de Mindanao" presentados por el Superior de la Misión de la Compañía de Jesús. Cabe pensar que dos de las tres obras que se mencionan puedan ser las que el Museo asigna a Bernardo Morales Soriano ya que en ambos lienzos aparece abajo a la derecha la datación y la firma: Hermita / Marzo 1887 / B. Morales. 
Bernardo Morales. Moros de Mindanao, 1887 [P6847].  Moros1887 [P6848]
Ambos depositados en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. 

Francisco  Ruibamba
(Activo entorno a 1887)

Pintor asociado a la escuela filipina que estuvo en España (es posible que se casara con la española Magdalena Sobrino, de Tiedra - Valladolid), participó en la Exposición de Madrid en 1887. Las obras de Ruibamba fueron presentadas por la Academia de Pintura de Manila, lo que significa que el pintor era entonces alumno de la misma y por ellas fue merecedor de Mención Honorífica.

El Museo del Prado conserva las dos obras de este artista que se mencionan en el Catálogo de la Exposición: "Estudio de un paisaje" y "Las ruinas de un templo de los jesuitas", ambas depositadas en el Ayuntamiento de la Orotava.
Paisaje de Filipinas, óleo sobre lienzo, 90 x 125 cm.1887 [P06278]
Dep. Ayuntamiento La Orotava, Santa Cruz de Tenerife.
Ruinas del templo de la Compañía de Jesús, Detalle. óleo sobre lienzo, 95 x 95 cm. [P07536]
Dep. Ayuntamiento La Orotava, Santa Cruz de Tenerife

Telesforo Sucgang y Carmelo
(Banga, Panay, 1855 - Manila, 1916).
Destacado pintor, escultor y compositor, contemporáneo de Rizal de quien hizo un retrato que es una de sus obras más conocidas.
Telesforo Sucgang. Retrato de Rizal, 1891. Museo Rizal. Fort Santiago

Telesforo Alayón Sucgán y Carmelo nació en Banga, Capiz (ahora Aklan) Estudió en el colegio de San José, tomó clases de música, al terminar sus estudios se matriculó en la Academia de dibujo y pintura donde estudió con Lorenzo Rocha y Agustín Sáez. Artista polifacético también asistió al taller del escultor de imágenes religiosas José Flameño. Precisamente con una escultura, el busto del Cardenal Francisco Jiménez de Cisneros ganó el premio del Liceo Artístico-Literario en 1879. Entre las piezas musicales que compuso, destaca por su curiosidad un vals dedicado al submarino de Isaac Peral.

Vino a Madrid en 1884 pensionado por el gobierno junto con con Esteban Villanueva para perfeccionar sus estudios de Pintura en España Italia y Francia. Pintó El Desembarco de Magallanes, la Primera Misa en las Filipinas (1888) y La Llegada de Legazpi y Urdaneta. En la Exposición de Bellas Artes de 1892 presentó el cuadro de tema marino titulado ¡Estamos Salvados! que fue adquirido por el gobierno y que en la actualidad se encuentra en la Subdelegación de Gobierno de Valladolid depositado por el Museo del Prado. (A la vista de su estado de conservación es seguro  que no se encuentra expuesto)
¡Estamos salvados!, óleo sobre lienzo, 200 x 298 cm. 
En depósito en la Subdelegación del Gobierno. Valladolid). [P5964]

En 1893, después de nueve años de residencia en España, regresó a Manila, casado con una española con la que tuvo doce hijos. El AHN conserva su solicitud de dos pasajes de gracia para Filipinas (Ultramar, 603, Exp. 13), uno para su esposa Manuela Mateo Villamana y otro para su madre política, Josefa Villamana, que le fueron concedidos en 1893.

En Filipinas fue profesor en la Escuela de Artes y Oficios de Iloilo donde enseñó modelado y grabado. Dedicado a partir de entonces de lleno a la enseñanza fundó varios institutos, fue profesor en la Escuela de Bellas Artes y fundó el colegio de Minerva en Manila en 1912. Murió el 16 de diciembre de 1916.

El Catálogo de la Exposición de Filipinas informa de dos grupos de obras de este artista, el primero de ellos presentado por la propia Academia de dibujo en el que se anotan tres o cuatro estudios realizados por el pintor cuando era alumno de la misma; uno de los cuales, firmado, se conserva en el Museo del Prado con el título "Un indio".
Estudio, un indio, óleo sobre lienzo, 196 x 98 cm. 
Dep. Ayuntamiento Las Palmas de Gran Canaria) [P6850].
Una inscripción en la parte inferior izquierda indica su pertenencia a la Academia de Manila

El segundo grupo de obras que menciona el Catálogo corresponde a las obras presentadas personalmente por el pintor, que en aquel tiempo se encontraba precisamente en Madrid gracias a la pensión concedida. Son cinco obras pintadas al óleo: "Lucha de boxeadores ingleses", "Estudio de un indio sentado", "La bahía de Manila", "Café con tostada" y "Gallera filipina", de ninguna de estas obras se conoce el paradero.

Miguel Zaragoza y Aranquizna
(Nueva Écija, Filipinas, 1845 - Manila, 1923)
Miguel Zaragoza y Araquizna - Detalle de la fotografía (ver más arriba) realizada con un grupo de pintores en Roma. 1883 

Pintor y escritor criollo (español nacido en Filipinas) de San Isidro, Nueva Écija. Se autodenominaba filipino, para mostrar su simpatía con sus compañeros locales. Cursaba sus estudios en los jesuitas del Ateneo Municipal durante el día y asistía a las clases nocturnas en la Academia de Dibujo y Pintura. En 1862 se traslada por su cuenta a España donde se matriculó dos cursos consecutivos en la asignatura de Dibujo del Antiguo y Ropaje en la Academia de San Fernando, según consta en los archivos de la misma. En 1864 publicó un libro de poemas en español titulado Flores Filipinas, primer libro de poemas escrito y publicado en castellano por un filipino, en un estilo relacionado con la sensibilidad romántica de la época. Su presencia en las actas de la Academia de Pintura despeja las dudas acerca de la consideración de que pintor y poeta sean una misma persona. De vuelta a Manila continuó sus estudios en la Academia de pintura, donde, gracias a su buen hacer, le fue concedida una pensión en 1868 para estudiar en Europa, aunque tuvo que esperar diez años para disfrutarla por falta de fondos de la institución.

En 1879 se desplazó finalmente a España a costa de la pensión concedida. aparentemente lo hizo sólo a pesar de que ya había contraído matrimonio. Primero estuvo en Madrid, en la Academia de Bellas Artes de San Fernando donde se matricula durante dos cursos consecutivos, en seis asignaturas. Por los datos del Padrón madrileño de 1º de diciembre de 1880 sabemos que residía en la C/ Olózaga, nº 6 con sus colegas de pensión Félix Resurrección Hidalgo y Esteban Villanueva y Vinará (sic). Por la información del Padrón de 1880 consultado sabemos que estaba "casado", tal como figura en la casilla correspondiente al Estado civil. Los tres amigos indican en la casilla de Profesión: "Pensionado para el Estudio de la Pintura" y en la de Lugar donde ejercen la actividad: "Escuela de Bellas Artes".

En 1880 participa en la exposición del Círculo de Bellas Artes con dos obras: Un retrato y Un carlista. En 1881 participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes con el lienzo Los dos crepúsculos y al año siguiente viaja a Roma para continuar allí su aprendizaje que se alarga hasta 1887 gracias a la ampliación de dos años concedida por la Academia madrileña. Allí coincide con los pintores Juan Luna y Félix Resurrección Hidalgo, el escritor Pedro Alejandro Paterno y con los hermanos Benlliure (Ver fotografía de grupo)

A diferencia de sus compañeros Luna y Resurrección, que decidieron permanecer indefinidamente en Europa, Miguel Zaragoza retornó a Manila en 1887 y, a partir de entonces, alternó la práctica artística con la enseñanza y la crítica de arte. En julio de 1891 fue nombrado profesor de la Academia de Dibujo y Pintura cubriendo la vacante producida por la muerte de Agustín Sáez, a quien también sucede, según noticia publicada el el periódico El Día de 23 de julio de 1891, en su puesto de profesor de dibujo del Ateneo. 

Luciano P. R. Santiago en su trabajo "Miguel Zaragoza, the ageless master (1847-1923)" cuenta que a su vuelta a Manila se casa con una prima materna Alfonsa Pérez de Tagle, lo que supone que el biógrafo ignora que hubiera estado casado y hubiera enviudado de su primera esposa cuyo nombre no conocemos. El mismo Santiago informa que no tuvo hijos y que en pocos años volvió a enviudar, contrayendo de nuevo matrimonio hacia los 50 años con "Pepita, una filipina esbelta de ojos almendrados".

Fue editor, comentarista y dibujante de La Ilustración Filipina revista de contenido cultural y literario fundada por su hermano José (1891-95) en la que dieron empleo a muchos artistas como Simón Flores, Francisco Domingo o Félix Martínez. En 1904 obtuvo una medalla de oro en la Exposición Universal de Missouri y ya entrado el nuevo siglo fue miembro fundador de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Filipinas.

De las tres obras que conserva el Museo del Prado, solamente dos figuran en el catálogo de la exposición filipina, Juego de niños y La siesta también llamado Estanco Nacional por el letrero que se encuentra en el centro del cuadro. La tercera obra, La lavandera, no figura en el catálogo, aunque si figura una obra titulada La curandera por la que fue premiado con medalla de bronce, junto con Estanco Nacional.
La lavandera, óleo sobre lienzo, 110 x 70 cm. 1875  
Depositado en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria [P6856]
Juego de niños, óleo sobre lienzo, 43 x 61 cm. h1890 
Depositado en la  Diputación Provincial de Valladolid [P7139]
La siesta - Estanco Nacional - En depósito en el Museo Nacional de Antropología [P8039]

El Museo de Bellas Artes de Córdoba, conserva una obra de este pintor con el título Filipina procedente del numeroso legado de pinturas que realizó Angel Avilés Merino, político y pintorquien debió recibirla como regalo de Zaragoza durante su estancia en las Islas como Director General de Administración Pública.
Miguel Zaragoza, Filipina (1896) MBA Córdoba


Granada Cabezudo Cristóval
 (Filipinas 17 junio 1865 - Madrid, d.1902)

Desde que comencé a ocuparme de la presencia de la pintura filipina en el Museo del Prado y tuve acceso al Catálogo de la Exposición me causaron especial curiosidad dos nombres de mujer: Granada Cabezudo y Pilar Lantok que además habían sido merecedoras de sendas Menciones Honoríficas. Las investigaciones realizadas han sido infructuosas en el caso de la segunda que presentó a la Exposición una obra titulada "Mesa revuelta" de la que no he encontrado referencias en la amplia documentación consultada, únicamente una mención entre la lista de alumnas particulares de Lorenzo Guerrero. Sin embargo sí he podido confirmar mi intuición inicial en relación con la posibilidad de que Granada Cabezudo perteneciera a una familia española instalada en Filipinas.

A través de diversos documentos he podido constatar la presencia en Filipinas de siete hermanos apellidados Cabezudo Cristóval, tres varones: Ramón, militar, José, médico, y Vicente, abogado, y cuatro mujeres, Mercedes, Luisa, Granada y Nieves, todos ellos hijos del capitán de Infantería Ramón Cabezudo Galán, quien se había trasladado a Filipinas en 1847.

Conocemos la noticia del destino del militar a Filipinas gracias a la información publicada en el Eco del Comercio de 29/8/1847, en su página 4: "El célebre delator* Don Ramón Cabezudo se halla con licencia en Llerena de donde es natural. Parece que va empleado a Ultramar". También figura el año 1847 como referencia de llegada a las islas en el Escalafón del Ejército de Ultramar en Filipinas (1863 - 1867). Una década después, el Boletín Oficial de la Provincia de Madrid de 24 de marzo de 1858 informa la concesión al capitán Ramón Cabezudo Galán de "licencia para casarse".

Las noticias de la época hablan de que el sargento de cazadores Ramón Cabezudo fue el delator de un presunto complot militar que se estaría fraguando en Madrid a primeros de agosto de 1845, hecho que, a pesar de que luego se constató su falsedad, le sirvió a Cabezudo para su promoción a subteniente.


Los hermanos Cabezudo Cristóval vuelven a la península entre 1897 y 1899. Lógicamente el retorno se produce a causa del conflicto que culmina con la independencia filipina. En 1900 seis hermanos aparecen censados en Madrid en la calle Villanueva, 26, domicilio que debieron utilizar de forma provisional ya que en 1905 ninguno de ellos figura en esa dirección. Las tres hermanas se habían casado pero en el momento del retorno dos de ellas vuelven viudas. En la esquela que se publica en julio de 1902 a la muerte de su hermano José, figuran Mercedes, viuda de Laguna, Granada viuda de Patrón, y Luisa, la tercera, aparece con su apellido de casada, de Belloto, probablemente del militar Carlos Belloto Valiart (Nacido en 1850, alférez en 1887, según el escalafón de ese año).

Según los datos del padrón de 1900 mencionado, todos los hermanos nacieron en Manila. La información relativa a Granada Cabezudo señala que nació el 17 de junio de 1865, de estado "viuda" cobrando una pensión de 1.000 pesetas y en la casilla de Profesión se apunta "La de su sexo".

En ninguna de las referencias encontradas se dice que Granada sea pintora, ni existe mención alguna a la existencia de alguna otra obra realizada por ella, por lo que hemos de pensar que la pintura debió formar parte de su proceso formación. La coincidencia con la  exposición de 1887 pudo ser la causa de que su obra fuera seleccionada al igual que las de otros alumnos para su presentación, sin que tal actividad tuviera posterior continuidad, al menos de cara al público.

Granada estudió pintura desde muy joven con Agustín Sáez de quien recibió clases particulares pues las normas de la Academia de Pintura de Manila no permitían la asistencia de mujeres. Autora del lienzo que se presentó a la exposición titulado Mestiza, que refleja a una mujer de clase social acomodada, elegantemente vestida para ir a la iglesia, con un misal en la mano, con el típico tapis filipino (especie de mandil negro) sobrepuesto a la amplia saya, que levanta ligeramente  con su mano derecha dejando ver la enagua. Enmarcada en un escenario natural que deja ver el tipo de viviendas de su poblado. Todas las características del personaje  nos hacen saber que pertenece a una clase social acomodada y culta. La obra, realizada cuando tenía alrededor de 20 años, nos lleva a pensar en la pérdida de una prometedora artista. La obra, como hemos comentado, mereció ser distinguida por el jurado de la Exposición con mención honorífica.
Una mestiza, óleo sobre lienzo, 124 x 82 cm. 
Dep. Ayuntamiento Las Palmas de Gran Canaria [P6843].

Esteban  Villanueva y Vinará 
(Manila, 1851 - Alicante, 1920)

Discípulo de Agustín Sáez, en la Academia de Manila, en 1878 envió seis pinturas a la Exposición Universal de Filadelfia descritas en el catálogo como Tipos del país. Viajó a España primero por su cuenta y vivió con Miguel Zaragoza y Félix Resurrección.  En la hoja de Empadronamiento general del 1 de diciembre de 1880, de  la calle Olózaga, 6 donde habitó en su primera estancia, figura su fecha de nacimiento, el 3 de agosto de 1851. En 1881 concurrió a la Exposición Nacional de Bellas Artes con las obras Estudio de hombre y Estudio de mujer. También realizó copias de los grandes maestros del Prado que envió a sus protectores en Filipinas.Suponemos que se vuelve a Filipinas cuando sus compañeros deciden trasladarse a Roma. 

En 1884 vuelve a España gracias a una pensión del gobierno. El Archivo Histórico Nacional conserva el expediente con las Actas del tribunal de las oposiciones celebradas en 1884 para optar a las plazas de alumnos pensionados de la Escuela de Dibujo y Pintura de Manila, que se conceden a Esteban Villanueva y Vinarau (sic) y a Telesforo Sucgang y Carmelo. (ES.28079. AHN /16 / Ultramar, 602, Exp.8). 

En esta segunda estancia, además de seguir los estudios de la Academia madrileña de Pintura, fue discípulo de Dióscoro de la Puebla, según aparece en el Catálogo de la Exposición Nacional de 1892 en la que participó con dos retratos. No tenemos noticia de que Villanueva utilizara la opción de desplazarse a Roma para continuar su formación al concluir sus estudios en Madrid, pero sabemos que se trasladó a vivir a Alicante.  

Sorprende que su nombre no aparezca en el Catálogo Oficial de la Exposición de Filipinas de 1887 sobre todo teniendo en cuenta que en una fotografía de una de las Salas de la Exposición, realizada por Jean Laurent y Cía., aparece claramente su obra Una India [P6853], cuya imagen podemos ver más abajo, probablemente la única de sus obras que fue realizada ex profeso para la Exposición y que luego pasó al Museo Biblioteca de Ultramar.

Si tenemos en cuenta que estamos ante el artista filipino con el mayor número de pinturas en el Museo del Prado es probable que la mayoría procedieran de la mencionada Exposición, en especial los estudios de figuras realizados en su etapa de alumno, aunque seguramente fueron presentados por la propia Escuela de Dibujo y Pintura de Manila, ya que según consta en la inscripción de los cinco estudios de figura fueron realizados en 1875, siendo alumno de la Escuela. De las ocho obras que tiene el Museo del Prado de este pintor, siete son trabajos realizados durante su aprendizaje en la Escuela de Manila, teniendo como profesor, como indican algunas de ellas al español Agustín Sáez. 

Esteban Villanueva, 1875. Inscripciones a derecha e izquierda de la obra India del Campo MNP

En la relación de premios de la Exposición, Esteban Villanueva figura como merecedor de una medalla de bronce por una obra que desconocemos que  llevaba por título "Flora".

(Dos de sus estudios, El Zacatero y la India del campo, se han incorporado a la exposición permanente del Museo del Prado, en las nuevas salas del Siglo XIX)
El tuno, óleo sobre lienzo, 68 x 53 cm. 1875 [P4671] Almacén.
Dos Estudios de academia: tagalos, óleo sobre lienzo, 178 x 78 cm. 1878 [P6390] [P6391]. MNP. Dep. Museo de Jaén 
El zacatero, óleo sobre lienzo, 70 x 55cm. 1875  [P6851].
MNP. Dep. Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria 
Desde julio/2021 expuesto en la sala 61 del MNP 
India del campo, óleo sobre lienzo, 70 x 55 cm. 1875  [P6852].
MNP. Dep. Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria  
Desde julio/2021 expuesto en la sala 61 del MNP 
Una india, óleo sobre lienzo, 180 x 80cm. MNP. 
Depositada en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria [P6853].
En la fotografía de Laurent de la Exposición (det.) vemos la obra colgada a la izquierda de la puerta.

 
Mestiza, óleo sobre lienzo, 70 x 55 cm. [P6854]
MNP. Dep. Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.
Un mestizo español, óleo sobre lienzo, 70 x 55cm. 1875  [P6855]
MNP. Dep. Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria 

Francisco Melicamba
(h. 1860-1920)
Alumno en formación de la Academia de Dibujo y Pintura de Manila durante la década de 1880, participó en la Exposición General de Filipinas celebrada en Madrid en 1887 con un estudio académico de un indio sentado. El modelo de estudio parece coincidir con el Indio sentado con palo en la mano [P06845] que hemos visto anteriormente, atribuido a Riego de Dios. La obra, firmada en su parte inferior izquierda como Francisco Melikamba, se encuentra notablemente deteriorada.

Un indio sentado, óleo sobre lienzo, 180 x 97 cm. 1886 [P6846]
MNP. Dep. en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.

Regino García y Baza 
(Manila, 1840-1916)

Pintor costumbrista, decorador e ilustrador filipino. Miembro de la Sociedad Española de Historia Natural por su trabajo en Jardín Botánico de Manila. En 1858 ingresó en la Academia de Dibujo y Pintura de Manila donde fue discípulo de Agustín Sáez, con quien realizó la decoración del Teatro del Príncipe Alfonso y el diseño de los altares de las iglesias de Santo Domingo y San Agustín, en su ciudad natal.

Como ilustrador destaca su colaboración como dibujante de algunas de las láminas para la edición de Flora de Filipinas, del religioso Manuel Blanco, y su participación como dibujante  y litógrafo único en Sinopsis de familias y géneros de plantas leñosas de Filipinas, del naturalista español Sebastián Vidal y Soler.
Portada y lámina de Familias y géneros de plantas leñosas de Filipinas, de S.Vidal y Soler. 1883

Portada y lámina de Flora de Filipinas, de Manuel Blanco, 1877

La obra que se presenta a la exposición madrileña es un oleo sobre lienzo que representa un labrador filipino con un arado al hombro, conduciendo su carabao, realizada alrededor de 1877.
El labrador, (Carabao) óleo sobre lienzo, 90 x 140 cm, 1877 [P6841]
MNP. Dep. Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.

Felix Martinez Lorenzo
(Manila 1859 - 1916)

Se tienen pocas noticias de este pintor nacido en Santa Cruz de Manila, paisajista, costumbrista, retratista y especialmente dibujante acuarelista de quien el Museo Nacional de Antropología conserva 19 laminas de tipos populares filipinos, probablemente las que figuran en el Catálogo de la Exposición de Filipinas como"Acuarelas de tipos del País".

Se conservan muchos de los dibujos que realizó para La Ilustración Filipina. En cuanto a pinturas al óleo presentadas a la exposición de 1887 el Catálogo refleja las dos obras que conserva el Museo del Prado, un paisaje típico de Filipinas con el título La Naturaleza y una tela con una temática diferente al resto, denominada El deber cumplido, en la que se muestra a un soldado español dormido, descalzo y apoyado en un árbol, abrazado a su fusil con bayoneta. También participó en la exposición Regional que se celebró en Manila en 1895 con ocho obras.
La Naturaleza, MNP Dep. Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria  [P6844]
Deber cumplido, MNP  Dep. Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria [P6842]

Existen obras de este pintor en otros museos españoles. Se le atribuye un  Retrato de Fray Andrés Urdaneta de 1900 que se encuentra en el Museo Oriental de los PP. Agustinos en Valladolid. El Museo de Bellas Artes de Córdoba conserva dos obras pertenecientes a la donación del político y pintor Ángel Avilés que incluía un buen número de pinturas de autores filipinos que trajo a España al volver de su destino como Director General de Administración Civil de las Islas. El Museo Nacional de Antropología conserva a su vez un amplio número de láminas con dibujos del pintor que probablemente formaban una serie de tipos de país, tan frecuentes en la época. 
Cercanías de Pandacán y Vista de la Procuración de PP.FF. en Manila
1895 MBA Córdoba
Pareja de mestizos españoles, 1887
Pareja de Indios, 1887
Algunos ejemplos de Tipos del País. Museo Nacional de Antropologia


Otros pintores de la Exposición

No hay noticias en el Museo del Prado sobre algunas obras de pintores que figuran en el Catálogo de la Exposición como S. Flores y Ri, que podría tratarse de Simon Flores y de la Rosa (1839-1902) quien realizó el retrato del Gobernador José Lemery e Ibarrola del Museo del Prado que se encuentra depositado en el Museo del Ejército en Toledo.
Simón Flores y de la Rosa, Retrato del gobernador José Lemery e Ibarrola [P7745]
Dep. Museo del Ejército en Toledo. 

Tampoco se tiene noticia de dos obras que representan frutas del país de Alfredo Castro, del Retrato del gobernadorcillo de Vigán realizado por Antonio Panlasigui, o de la obra El volcán de Albay de Antonio Vascano (seudónimo de Cánovas del Castillo, también conocido como Kaulak) que fue premiada con mención honorífica, bien porque las obras se vendieran o porque se hayan perdido. En especial echo en falta, por la singularidad que representa la presencia de mujeres en la Exposición, la obra antes comentada de la pintora: Pilar Lantoc o Lontoc (Manila) de quien el catálogo menciona: "Un cuadro con marco dorado, pintado al óleo representando una mesa revuelta, por Pilar Lontoc, niña de 16 años, discípula de la escuela privada de Lorenzo Guerrero"  obra también merecedora de Mención honorífica, que en este caso sabemos que sí pasó al Museo de Arte Moderno, ya que figura referenciada en su inventario. 

Referencia a la obra de Pilar Lantoc en el inventario del MAM

Por tanto, de ella únicamente sabemos que formaba parte del grupo de alumnas, hijas de prominentes familias de Manila tanto de la comunidad española como de la clase alta filipina, que recibía lecciones particulares del pintor Lorenzo Guerrero y Leogardo (1835-1904), que, como ayudante de naturales se ocupaba del alumnado indígena de la Escuela de Dibujo y Pintura de Manila desde 1858.

Ramón García Espínola
Balmaseda (Vizcaya), ? - Madrid 1899

Incorporo para finalizar, al autor de una obra que figura en el Catálogo de la Exposición aunque no se encuentra entre las del Museo del Prado. Se trata de un pequeño cuadro al óleo, que representa el coro de la iglesia de la misión de los Jesuitas, de Ramón García Espínola. 
Ramón García Espínola. Interior del coro 
(En comercio, Sala Retiro Junio 2012) 

A pesar de que en el catálogo figura como procedente de Zamontaca, (Mindanao), García Espínola era un militar español, oficial de artillería y pintor de afición, natural de Balmaseda (Vizcaya) probablemente destinado por un tiempo a las islas. En la Exposición Nacional de 1871 presentó Don Pelayo en Covadonga y dos bodegones y en la de 1890 el cuadro titulado Episodio de la guerra de la Independencia. El Museo del Prado conserva un Retrato de Alfonso XII realizado por él hacia 1875, también procedente del Museo de Ultramar, que se encuentra depositado en el Ayuntamiento de la Orotava (P06274).
Ramón García Espínola. Retrato de Alfonso XII, procedente del Museo de Ultramar 
Depositado en el Ayuntamiento de la Orotava (P06274)


OTROS LUGARES RELACIONADOS CON LA EXPOSICIÓN FILIPINA

El Museo Nacional de Antropología 

En la calle Alfonso XII, 68 de Madrid, el museo dedica una Sala a las Islas Filipinas en la que la mayoría de sus fondos proviene de la Exposición General de las Islas Filipinas de 1887 en la que pueden verse, ademas de tres de las pinturas aquí comentadas, toda clase de enseres, adornos, tejidos de piña, maquetas, abanicos, dibujos y esculturas que muestran las principales facetas de la vida y la cultura filipina de la época.

La Biblioteca - Museo Victor Balaguer 

En Vilanova i la Geltrú, su localidad natal la biblioteca-museo creada por el promotor de la Exposición General de las Islas Filipinas agrupa, al estilo de los antiguos coleccionistas del XIX, escultura, pintura (con un importante depósito de obras del Museo del Prado), libros y objetos etnográficos. Entre estos, su Colección Flipina está formada por objetos de uso cotidiano, bélico y de culto religioso, procedentes en su mayoría de la Exposición de 1887 del Retiro de Madrid, además de algunas pinturas regaladas y dedicadas por el pintor filipino Juan Luna y Novicio.

El Museo de América 

En la Avenida de los Reyes Católicos en la Ciudad Universitaria de Madrid, el Museo de América conserva la mayor parte de la documentación y libros del antiguo Museo-Biblioteca de Ultramar creado en 1887 y cerrado pocos años después. En la actualidad la práctica totalidad de estos fondos está digitalizada y accesible al público.