domingo, 23 de febrero de 2014

EL ÚLTIMO RETRATO - SOFONISBA ANGUISSOLA

Antoon Van Dyck, Sofonisba Anguissola, 1624. Sackville Collection. Kent. UK.

Es bien conocida la afición de Sofonisba Anguissola de realizar autorretratos que nos permiten ver la evolución de su aspecto a lo largo de su vida (especialmente en su primer tercio). Uno de sus últimos autorretratos conocidos es el que se encuentra en Chantilly, en el Museo Condé, que es copiado posteriormente por su amigo el pintor Bernardo Castelo para la Academia Nazionale de San Luca en Roma, quien apunta en la base el año de 1564, aunque Maria Kusche retrasa su datación hasta su primera época genovesa en la década de los 80, el retrato parece coincidir más con la primera fecha que con la segunda.
Sofonisba Anguissola 1564 Museo Condé. Chantilly

Desde su retorno a Italia, desconocemos si Sofonisba volvió a retratarse. Quizás ya no le era necesaria la "publicidad" que le daban los autorretratos realizados en su juventud en Cremona; por otra parte tampoco necesitaba enviar su imagen a la familia como ocurre en los que realiza durante su estancia en España. Sea cual sea la razón no ha llegado hasta nosotros ningún retrato posterior a 1573, fecha de su vuelta a Italia.

Hay quien considera de su autoría ciertos retratos de mujer anciana que como hemos visto en una entrada anterior no pueden ser considerados ni obras suyas ni mucho se corresponden con su imagen.

Sin embargo hay una obra que nos muestra una Sofonisba anciana, realizada por el gran pintor, Antoon van Dyck, a la que dedicamos esta nueva entrada.


PALERMO 1624

Desde 1615 se documenta la presencia de Sofonisba Anguissola  junto a su marido Orazio Lomellini en la ciudad de Palermo. A pesar de la avanzada edad de Sofonisba, los negocios les obligan a trasladarse de Génova a Palermo ya que Orazio Lomellini ha continuado su actividad de marino mercante y ha mantenido una estrecha relación con la ciudad de Palermo en la que existía una importante colonia genovesa de comerciantes y marinos y donde va a desempeñar además un papel político de importancia que le llevará a ostentar el cargo de cónsul de la nación genovesa siete veces entre 1615 y 1631.

En noviembre de 1615 consta el documento notarial de la compra de una "Domus Magna" (casa de nobleza o palacio) en el centro de Palermo por el matrimonio Lomellini, en la calle Pilerij del antiguo barrio Seralcadi, (actual Capo), donde transcurrirán los últimos diez años de la vida de la pintora.

En 1624 Antoon Van Dyck, de 25 años (1599 -1641), se encuentra en Italia a donde ha acudido siguiendo los pasos de su maestro, Rubens, para conocer y aprender de las obras de los grandes artistas italianos. Para ello visita Roma, Florencia, Bolonia, Parma, Venecia (acompañado por Cesar Vecellio, pariente de Tiziano, su pintor preferido), Mantua, Milán y Turín. Finalmente se instala por un tiempo en Génova donde adquiere gran notoriedad por los elegantes retratos que realiza de la nobleza local.

La imagen del pintor es muy conocida pues se retrata a sí mismo en múltiples ocasiones, lo que nos permite hacernos una clara idea de su fisonomía, pero he elegido para mostrar su apariencia en esta época un retrato algo diferente realizado por su maestro Rubens que se encuentra en el Museo Casa de Rubens (aunque algunos consideran que es obra del propio Van Dyck).
Retrato de Antoon van Dyck por Peter Paul Rubens. Casa de Rubens. Amberes

En la primavera del año 1624 el pintor viaja de Génova a Palermo para realizar el encargo de retratar al virrey de Sicilia que gobernaba en la isla por razón de su parentesco con la corona española.

Enmanuel Filiberto de Saboya (1588-1624), nacido en Turín en la corte de su padre, Carlo Enmanuel, Duque de Saboya, casado en 1585 con la infanta española Catalina Micaela, fue el tercer nieto de Felipe II y por tanto sobrino de Felipe III y primo hermano del monarca reinante, Felipe IV.
Antoon Van Dyck, Enmanuel Filiberto de Saboya,1624.Dulwich Picture Gallery 

En agosto, cuando el pintor había terminado el magnífico retrato, un brote de peste acabó con la vida del virrey y fue declarado el estado de cuarentena en la isla. Van Dyck se ve obligado a permanecer en Palermo más tiempo del esperado, alojado en la residencia del cónsul de Flandes, donde parece haber mantenido un estudio durante el tiempo que duró su estancia forzada.


ANTECEDENTES DE LA VISITA DE VAN DYCK A SOFONISBA ANGUISSOLA

Son muchas las circunstancias y coincidencias que se cruzan en el camino de Van Dyck que de alguna forma le van a conducir al encuentro con Sofonisba Anguissola.

En primer lugar es seguro que él tiene referencias de la pintora por su propio maestro, Rubens, que en sus visitas a España ha sido alojado en el palacio real de Madrid y ha tenido ocasión no solo de conocer las obras que Sofonisba realizó para la corte española sino incluso de hacer una copia del retrato de Isabel de Valois realizado por la pintora por encargo del papa Pío IV. 

Hay que decir que se trata de la obra que en su momento le dio más fama y que a pesar de que no se conserva pues probablemente se perdió en el incendio del Alcázar, la conocemos bien por las muchas copias que de ella se hicieron. Además de la mencionada de Rubens, única copia que se mantuvo fiel al original realizando la representación de cuerpo entero, se sabe que se encargaron diversas copias a Sánchez Coello, en el formato de tres cuartos, una de las cuales sirvió a su vez de modelo a la de Pantoja de la Cruz, que se encuentra actualmente en el Museo del Prado.

 Rubens Col.Privada. Londres         Pantoja de la Cruz Museo del Prado

Posteriormente, durante su estancia en Génova, Van Dyck tiene ocasión de conocer y retratar a diversos miembros de la familia Lomellini con quien la pintora está emparentada por su matrimonio con Orazio, que pese a ser hijo natural de Nicolo Lomellini, mantiene el apellido y la relación familiar con su padre. Así, es de suponer que durante los treinta y cinco años que Sofonisba y Orazio vivieron en Génova mantuvieron una asidua relación con los Lomellini cuyos miembros son retratados en varias ocasiones por el pintor flamenco.

 Van Dyck. Familia Lomellini 1623 Galería Nacional de Escocia - Edimburgo    
                  
Otro elemento que va a relacionar a ambos pintores es la presencia como virrey en Sicilia de Enmanuel Filiberto de Saboya, tercer hijo de Catalina Micaela, tantas veces pintada por ella y con quien le unió una estrecha relación más allá de su estancia en la corte española. Esta coincidencia tuvo que constituir necesariamente un nuevo vínculo que favoreciera la posibilidad y el deseo de Van Dyck de conocer a la famosa pintora.

En la siguiente imagen podemos ver un retrato familiar de Catalina Micaela y el Duque de Saboya con sus primeros cuatro hijos, entre los que vemos, de pie de la mano de su madre, al pequeño Enmanuel Filiberto. Se desconoce el autor de esta obra que se atribuye de forma genérica a un seguidor de Sánchez Coello.

1590 La familia de los duques de Saboya

Finalmente y con todas las premisas mencionadas, en el mes de junio de 1624 se documenta la visita que el joven Van Dyck realiza a la nonagenaria Sofonisba Anguissola, entonces casi ciega, pero despierta y feliz de poder dar al flamenco consejos sobre cómo mejorar su técnica.

Van Dyck no desaprovecha la lección de la maestra y durante la entrevista saca su taccuino y siguiendo los consejos de la pintora le hace un bosquejo alrededor del cual escribe en italiano:


"Rittratto della Sigª Sofonisma pittricia fatto dal vivo in Palermo l'anno 1624 li 12 di lulio, l'età di essa 96 havendo ancora la memoria et il serverle prontissimo, cortesissima, et sebene per la vecciaia là mancava la vista, hebbe con tutto cio gusto de mettere gli quadri avanti ad essa et con gran stenta mettendo il naso sopra il quadro, venne a discernere qualche poco et piglio gran piacere ancora in quel modo, facende il ritratto di essa, ne diede diversi advertimenti non devendo pigliar il lume troppo alto, accio che le ombre nelle ruge della vecciaia non diventassero troppo grandi, et molti altri buoni discorsi come ancora contò parte della vita di essa per la quale si conobbe che era pittora de natura et miraculosa et la pena magiore che hebbe era per mancamento di vista non poter piu dipingere, la mano era ancora ferma senza tremula nessuna".

[Retrato de la señora Sofonisba pintora, hecho del natural en Palermo el año 1624 el 12 de julio. La edad de ella es 96, teniendo aún la memoria y el cerebro muy despierto, educadísima, aunque a causa de la vejez le faltaba la vista, tenía a pesar de ello el gusto de ponerse los cuadros delante y pegando la nariz a la pintura distinguía algo y tenía gran placer en ello. Haciendo su retrato me dio diversos consejos de que no tomara la luz de demasiado alto porque las sombras remarcarían las arrugas de la vejez, y muchos otros buenos consejos y además me contó parte de su vida por la que se conoce que era pintora del natural y milagrosa y la mayor pena que tenía era que por la falta de vista ya no podía pintar, aunque seguía teniendo la mano firme sin ningún temblor".]

EL RETRATO DE SOFONISBA ANCIANA

Fruto de este encuentro el pintor flamenco realiza posteriormente basándose en el esbozo realizado, el retrato de Sofonisba Anguissola que encabeza esta entrada y que en la actualidad se encuentra en la Sackville Collection de Knole House. 
Antoon Van Dyck, Sofonisba Anguissola, 1624. Sackville Collection. Kent. UK.

Frente a los presuntos retratos que se difunden de la pintora en su vejez de los que hablábamos al principio, éste, por la documentación que le acompaña, es el único que goza de credibilidad y el que muestra una fiel imagen trasladada del esbozo que Antoon Van Dyck hizo del natural en su taccuino que con la denominación "Cuaderno Italiano", se conserva en la actualidad en el British Museum en Londres.